sábado, 23 de septiembre de 2017

LOGROÑO: CLAMOROSO TRIUNFO DEL EL CORDOBES EN LA FERIA DE LA CAPITAL RIOJANA

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Logroño, tercera de su feria de San Mateo, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 23-9-67
Toros de Felipe Bartolomé para Paco Camino, El Cordobés y Antonio León.
Aquí, en la cincuentenaria plaza de toros de Logroño quisiéramos haber visto hoy  a esa legión de anticordobesistas, a esos millares de detractores que tiene el torero de Palma del Río. Los quisiéramos haber visto para observar su reacción ante la gran tarde que ha tenido el genio Benítez en una tarde redonda, completa en la que Manolo ha toreado por todo lo grande y por todo lo bello y emotivo del toreo, aunque sin apartarse de su estilo personal, inimitable.


Página de El Ruedo conmemorando
las 100 corridas de El Cordobés
en esta temporada

Esta tarde ante dos toros con edad y trapío, ha dado una lección de poderío, de valor y de torería. Cuando ya ha rebasado sin esfuerzos aparentes el centenar de festejos, parece que se encuentra en los inicios de su temporada y no en el término de ella. Llegar a estas fechas y con tantos toros despachados, con la fuerza, el sitio y el celo que él tiene, es dificilísimo. Pletórico de afición y de casta,  parece ser un matador que busca sitio entre los elegidos, uno que precisa de arrimarse, de triunfar en todos los toros para consagrarse como figura del toreo. Ver esto es muy difícil, tanto que muy pocos toreros pueden hacerlo, por muy grandes que sean o hayan sido. Desde que vino al toreo, para bien de la fiesta, ha actuado todos los años en más de noventa festejos por término medio. Esto por sí solo habla de su poderío, su oficio y  su constante entrega. Y decíamos al principio que quisiéramos haber visto a los anticordobesistas hoy en la plaza de la capital de La Rioja para que de una vez comprobasen que en El Cordobés hay un torero de unas dimensiones extraordinarias. Esta tarde entre el entusiasmo de la multitud que llenaba la plaza hasta la bandera, Manolo ha toreado superiormente con el capote y con la franela llevando a cabo dos grandiosas faenas en las que, haciendo gala de su quietud única, ha templado y mandado sobre sus enemigos a los que ha llevado superiormente toreados en series de pases en redondo de gran hondura y naturales en los que ha jugado la mano de forma admirable. Dos faenas tan ligadas, tan medidas, que han constituido un todo armonioso que ha entusiasmado al aficionado. Hubieran podido ver sus eternos detractores, los cantores de sus tardes sin fortuna, que Manolo torea porque para, porque templa, porque manda y porque remata a la perfección los muletazos. Dos faenas cimentadas en una ortodoxia torera de enorme valor y cerradas con esos alardes personalísimos de sus molinetes de rodillas, sus pases de pecho en cadena y sus desplantes valerosos pero, volvemos a repetir, la base, el fundamento de ellas, lo que ha encendido las ovaciones en los tendidos, ha sido su toreo sobre la derecha y al natural, sus pases circulares, los de pecho. Lo demás ha venido a ser como la sal y la pimienta del guiso sabrosísimo y jugoso del toreo de verdad, del toreo eterno. Mató a su primero de media y una entera y le otorgaron las dos orejas con fuerte petición de rabo. Al sexto, al que realizó la mejor faena de su vida, le cortó una oreja por precisar de media, una entera y dos golpes de cruceta. Pero todo era igual, el público enfervorizado saltó al ruedo en medio de una lluvia de sombreros y prendas de vestir y le sacaron de la plaza en triunfo. Si esto lo hace en Madrid, el cordobesismo hubiera ganado su batalla definitiva. Lo hará, ya lo creo que lo hará y entonces los dinamiteros de su fama, los quintacolumnistas de su gloria, los cazadores de glorias ajenas para crearse la propia, quedarán en su sitio. Don Ricardo, admirado K-Hito, usted que es cordobesista convencido, qué pena que no lo haya visto. Curro Castañares y la afición de Logroño le pueden dar amplia referencia del suceso.


Manolo El Cordobés, aderezando el "guiso"
 al final de la faena.


Primer espada de la terna y en tantas otras cosas, fue el sevillano Paco Camino. El de Camas ha tenido poca fortuna con el lote que le deparó el azar. Un primer toro blando de manos, que embiste con la cara alta y engancha el remate de los muletazos al derrotar alto y un cuarto  áspero que también tira la cara arriba y además tardea mucho. Con el primero estuvo muy bien en las verónicas de saludo, en las que jugó los brazos con elegancia y excelente estilo: Después, pese a que el toro le frenaba, le realiza una buena labor muletera con pases sobre ambas manos que se jalean para pinchazo y estocada. En el cuarto le ovacionaron unas verónicas de superior calidad y ya con la franela, pese a las dificultades de su enemigo, realizó una brillante labor. Derechazos largos y templados, naturales de perfecto y acabado remate, fueron acogidos con las mayores muestras de complacencia. Fue la faena de un gran torero. De un torero que sabe lo que se trae entre manos y de un torero que toreó con un sentido de lo auténtico admirable. De ella nos quedamos con el toreo al natural. Unos naturales de Paco Camino en los que llevó embarcado a su enemigo templándole hasta más allá de lo imaginable. La música y los oles acompañaron toda su extraordinaria labor y sin duda alguna hubiera cortado las orejas d de haber tenido mayor fortuna con el acero, pero no fue así y la cosa quedó en petición, una gran ovación y saludos tras pasaportar al de Felipe Bartolomé de media estocada y dos golpes de cruceta. Pero esos naturales...cosa buena.
Antonio León es un matador de toros local  que torea poco, aunque como suele ocurrir, es merecedor de hacerlo mayor número de veces. Se mostró valiente y torero en el segundo de la tarde al que saludó con verónicas de muy buen ver y con la franela se apretó de veras en una valerosa labor desarrollada sobre ambas manos. No estuvo acertado con el acero, pues atravesó a su enemigo en la primera estocada, logró una entera y descabelló al tercer golpe. Se le ovacionó. Al quinto le hizo una excelente faena con pases de las más diversas marcas, instrumentados con reposo y quietud, templando y mandando como los buenos. Una estocada y ocho intentos de descabello dejaron el premio en petición y dos vueltas al ruedo. Al final sus paisanos le pasearon en hombros por el ruedo.

La corrida de don Felipe Bartolomé, muy bien presentada, cumplió con los montados y para los de a pie, dieron el juego que queda reseñado en este comentario.


Carteles de la Feria de Logroño  1967
Puedes ver toda la Feria de San Mateo en Logroño 1967 en nuestra web:
http://www.segunlamaneradever.com/products/logrono-feria-de-san-mateo-21-a-25-septiembre-de-1967/

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