lunes, 4 de septiembre de 2017

SENTIDO HOMENAJE A MANOLETE EN LA FERIA DE SAN AGUSTIN


Curro Fetén, Linares 30 de agosto de 1967
Llegamos a Linares al filo del mediodía, con el tiempo justo de tomar parte en los actos conmemorativos que, en honor del coloso Manolete, ha programado el Ayuntamiento. Veinte años en los que han pasado muchas cosas en el mundo del toro, pero en cuyo transcurso, la memoria de Manuel Rodríguez sigue presente en la mente de los buenos aficionados, manoletistas o no, que de todo hubo. Y al cabo de los veinte años, un homenaje póstumo, como prueba evidente de que no se le olvida, de que su nombre y su gesta permanece tan viva, tan presente, tan actual como siempre.
A las doce de la mañana, en el ruedo de la plaza de toros, una cruz hecha de flores, en el lugar donde cayó mortalmente herido. D. Evaristo Sánchez dice una misa por su alma, a la que a la que asisten entre otros, el sobrino del Monstruo, Rafael Soria Molina "Lagartijo", su banderillero Cantimplas, don Álvaro Domecq, Carnicerito de Málaga, José Luis de Córdoba, ese periodista cabal que fue íntimo de Manolete y una multitud de aficionados, toreros y periodistas taurinos. Acto seguido, toma la palabra el alcalde, Sr. Valmaseda, nuestro compañero Rafael Campos de España y  don Álvaro Domecq. Se procede después al descubrimiento de una lápida en la fachada de la plaza de toros, obra del laureado escultor Amadeo Ruiz Olmos.
A las cinco cuarenta y cinco de la tarde, las cuadrillas hacen el paseo destocadas y luciendo lazos negros. Se guarda un minuto de silencio, se musitan unas oraciones y una voz grita Gloria a Manolete! desde una garganta y un corazón emocionado por el recuerdo. A Manolete lo mató un toro de Miura, Islero, pero también lo mataron un poco los públicos, insaciables en sus exigencias, los enemigos, los envidiosos, los irreconciliables que sólo contaban sus millones, sin tener en cuenta que habían sido ganados a fuerza de muchos sacrificios, de muchos sudores, de mucha sangre derramada generosamente. Descanse en paz, pero no olvidamos la gran lección que nos dio el destino. Cuántos remordimientos de conciencia promueve su recuerdo. No caigamos en el mismo pecado otra vez, para no tener que hacer penitencia de nuevo...

LA TARDE DE JOSÉ FUENTES
CUATRO OREJAS Y RABO PARA JOSE FUENTES. ¿QUE DIRA PABLO?
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Linares, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 30-8-67
Como ya les manifestamos ayer, la última de la feria quedó, por ausencia del lesionado Antonio Ordóñez, en un forzado mano a mano entre José Fuentes y Francisco Rivera Paquirri, así como la inclusión en el cartel del famoso rejoneador don Álvaro Domecq Romero. Gran entrada y mucha expectación en torno a este festejo en el que se  han lidiado siete toros de don Juan Pedro Domecq, que cumplieron.
No sabemos qué dirá Pablo, un excelente aficionado local al que parte del público interrogaba con un: ¿Qué dirá Pablo? cuando estaba actuando el gran torero que es José Fuentes. Sin duda el bueno de Pablo diría lo que han dicho todos cuantos aficionados han concurrido a este tercer festejo mayor de las ferias y fiestas de San Agustín. Diría sin duda que en José Fuentes hay un torero de proporciones extraordinarias, una figura auténtica de la Fiesta. Porque viéndole torear como esta tarde ha toreado con capa y muleta, uno, como aficionado, no tiene más remedio que quitarse el sombrero. Sus templados lances a la verónica, han sido  de perfección absoluta y en quites, le tenemos anotado uno por chicuelinas en las que no cabe mayor armonía, gracia y garbo, amén de otro por verónicas de delantal en las que ha conjugado de maravilla los más ortodoxos postulados del bien  torear.  Ha sido pues, la tarde de José Fuentes, triunfal en todos los conceptos. Una tarde en la que su suprema elegancia, la majestad de su toreo único, el temple, el dominio, la suprema facilidad de su bello estilo, han ido hermanados con la perfección de un toreo de cercanías extraordinarias. Un toreo en el que, pisando firme y seguro, en el terreno de los revolucionarios, José Fuentes ha toreado como él sabe hacerlo, con fácil inspiración creadora y con un sentido de autenticidad extraordinario. Su toreo de esta tarde al natural ha sido un regalo para los aficionados que se le han entregado por completo, interpretados con compás y ritmo pleno de belleza. Y con la mano derecha, los redondos, abaniqueos, afarolados, molinetes y pases de adorno que han cobrado categoría de lo fundamental, al recrearse el artista en un toreo rico en bellos matices. Con la espada, fácil y seguro, ha matado a su primero de estocada y dos golpes de cruceta, al tercero de lidia normal, de pinchazo y tres golpes de verduguillo. Cortó oreja al que abrió plaza con petición de otra; las dos y rabo en el tercero tras realizar una gran labor muletera dando dos triunfales vueltas al ruedo. Al tercero de su lote, soso y sin clase, le cortó una oreja. Una gran tarde de José Fuentes en la que ha dejado patente su condición de figura del toreo mostrando su gran momento artístico.
Paquirri, siguiendo la línea de torero arrollador que lleva marcada desde mediados de temporada, ha estado en todo momento en plan de torero largo y poderoso, dominador de todos los recursos de la lidia. Con el capote ha brillado con luz propia al saludar al primero y tercero de sus enemigos con largas de rodillas en las que ha dejado llegar a sus enemigos muy cerca, para sacárselos de encima con desahogo y soltura. Y a la verónica ha toreado como el que mejor pueda presumir de ello, ganándose grandes y merecidas ovaciones. En quites se ha mostrado variado y oportuno y en todo momento ha dejado patente su buen momento artístico. En el segundo tercio, ha brillado en tan difícil y vistosa suerte. Los pares al cuarteo, los quiebros de gran precisión, le han valido sonoras ovaciones. Y con la muleta , ante toros que han ayudado poco al quedarse muy cortos y faltos de clase, ha estado valentísimo en todo momento, logrando tres excelentes faenas, en las que a fuerza de exponer valerosamente, ha logrado muletazos que le han valido música, oles y ovaciones generales. Pero cuando tenía los trofeos conquistados, la espada vino a robarle las orejas que había ganado sobradamente por su labor en los tres tercios. Mala suerte  la de Paquirri, que ha tenido que saludar repetidamente desde el tercio en sus tres toros para corresponder a las ovaciones que se le tributaban.

Entre los toros segundo y tercero, actuó el caballero rejoneador  don Álvaro Domecq Romero, que ha tenido una espléndida actuación. Su bello estilo de monta, la perfecta colocación de los hierros de castigo, así como las banderillas a una y dos manos, le ha hecho escuchar grandes ovaciones que se han visto traducidas en el premio de las dos orejas y el rabo tras matar de certero rejón al bravo y noble toro de don Juan Pedro Domecq. Un triunfo rotundo y merecido del gran caballero jerezano. 

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