sábado, 30 de septiembre de 2017

SEVILLA: DIEGO PUERTA, CURRO ROMERO Y JOSE FUENTES DEJAN SU AROMA EN EL VERANILLO DE SAN MIGUEL. 30-9-67

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Sevilla, primera de la Feria de San Miguel, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes 30-9-67
 El veranillo de San Miguel aprieta de firme por estas bellas tierras béticas, tanto, que parece que estamos en plena canícula. Sevilla, como no, presenta un aspecto maravilloso. Su cielo azul, esplendoroso, su ambiente inigualable y por la tarde, los toros, mágica palabra que lo dice todo para el más completo disfrute de naturales y foráneos que llegamos a la ciudad de la gracia para presenciar sus festejos feriales.  
La Maestranza registra una gran entrada. El cartel tiene indudables alicientes y los aficionados, puertistas y romeristas, llegan casi casi a las manos a la hora de hablar de sus ídolos. También hay gentes de la tierra del Santo Rostro, muchos aficionados de Jaén y Linares que han venido a ver a José Fuentes. Los toros pertenecen a la prestigiosa vacada de Núñez Hermanos. Son ante todo toros de verdad, con pitones, con trapío, con casta, aunque algunos con poca fuerza y con las dificultades propias de los toros de raza y no de los borregos al uso.
Sin embargo, el primero de la tarde no tiene fuerza en las manos.  Diego Puerta lo saluda con unas verónicas que se jalean, pero la res, tras tomar una vara, llega a la muleta doblando y sin lucimiento posible. Está más tiempo en el suelo que en pie. Gran bronca y breve trasteo del sevillano que remata al inválido de media y descabello, siendo aplaudido. Es cuarto sí es todo un toro. Un toro de los de antes de la guerra, que dicen los castizos. Un toro con cuajo, con dos pitones de miedo y la cara en las nubes. Es un toro áspero con el que Diego Puerta se la juega en una faena tremenda  de emoción. Una de esas faenas en las que el ay! brota de las gargantas para quedar roto con el olé! del respiro. Lo que ha expuesto ante este toro el maestro de San Bernardo no es para decirlo, es para verlo. Todo el mundo estaba asustado. Todos, menos el torero, que a fuerza de poderío, valor y casta torera, ha cuajado una gran faena. Ha sido la entrega más absoluta que recordamos en el  toreo. Por la plaza cruzaba el fantasma de la cornada, el público permanecía con la respiración contenida hasta que el joven maestro remataba las series de muletazos diestros con los forzados de pecho o los toreros abaniqueos. Algo tremendo que nos ha tenido con un nudo en la garganta. Pero estaba escrito, tras la valerosa entrega, Diego Puerta no obtendría galardones pues la espada, mejor dicho, el verduguillo, le robó los trofeos tan gallardamente conquistados con su emotiva labor muletera y dejaron la cosa en una clamorosa ovación con saludos desde el tercio. Era igual, su hazaña quedará en el recuerdo de los aficionados.


Diego Puerta saluda
 a los aficionados

El segundo de la tarde perteneciente a Curro Romero, es devuelto a los corrales antirreglamentariamente. Se corre el turno y sale el quinto al que Curro le forma un alboroto con el capote. Cómo torearía a la verónica, con qué temple y duende, que hubo de saludar en dos ocasiones montera en mano para corresponder a las ovaciones que se le tributaban. Una vara tomó la res, derribando caballero y montura. A la muleta llegó con buen son. Curro inició su labor muleteril con unos ayudados por alto de inmejorable cuño que se jalearon con fuerza, para continuar toreando después, entre el general beneplácito, por derechazos, naturales y de pecho a los que infundía su personal sello torero. Por resultar la espada desprendida en la estocada, la cosa quedó en una gran ovación con saludos. El quinto es de Arauz de Robles y mansurronea más de lo debido, llegando a la muleta con corta acometida y contraestilo. Romero le realiza una breve faena y al no estar acertado con el acero, pues precisó de cinco entradas con la espada y cuatro golpes de cruceta, le pitaron sus miles de partidarios, los mismos que se habían roto las manos ovacionándole en su primer enemigo. Qué le vamos a hacer...


Una preciosa verónica de Curro Romero

De haber tenido mayor fortuna con el acero en sus dos enemigos José Fuentes hubiera contabilizado las orejas de sus dos toros. Porque el joven diestro de Linares ha tenido una actuación plena de aciertos. Una tarde completísima en la que el fino y elegante artista ha cautivado a la exigente afición sevillana con su toreo de capa y muleta rico en bellos matices. La elegante apostura de su figura, su natural elegancia, su ortodoxa forma de interpretar el toreo, han calado hondamente en esta inteligente afición. Con capote y muleta ha bordado el mejor y ms auténtico toreo en redondo y al natural. Pases largos, templados, mandones, plenos de ritmo y de hondura en los que ha dejado patente su condición de figura del toreo. Ya era hora de que le viesen en Sevilla, pues este torero no había tenido ocasión de lucir su arte, unas veces por fás y otras por nenfas. Pero hoy, José Fuentes ha quedado consagrado a pesar de no haber estado afortunado con la espada, porque si mata como en él es usual, su triunfo hubiera sido grande. Mató a su primero de pinchazo, media y descabellos y al sexto de cuatro entradas. En ambos fue ovacionado con saludos.


José Fuentes con el sexto de la tarde.
(Fotos: El Ruedo)

Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, desde Sevilla y su feria de San Miguel, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches.

Toda la Feria de San Miguel 67 en Sevilla la tienes en nuestra web:
http://www.segunlamaneradever.com/products/sevilla-feria-de-san-miguel-30-septiembre-1-octubre-1967/

sábado, 23 de septiembre de 2017

LOGROÑO: CLAMOROSO TRIUNFO DEL EL CORDOBES EN LA FERIA DE LA CAPITAL RIOJANA

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Logroño, tercera de su feria de San Mateo, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 23-9-67
Toros de Felipe Bartolomé para Paco Camino, El Cordobés y Antonio León.
Aquí, en la cincuentenaria plaza de toros de Logroño quisiéramos haber visto hoy  a esa legión de anticordobesistas, a esos millares de detractores que tiene el torero de Palma del Río. Los quisiéramos haber visto para observar su reacción ante la gran tarde que ha tenido el genio Benítez en una tarde redonda, completa en la que Manolo ha toreado por todo lo grande y por todo lo bello y emotivo del toreo, aunque sin apartarse de su estilo personal, inimitable.


Página de El Ruedo conmemorando
las 100 corridas de El Cordobés
en esta temporada

Esta tarde ante dos toros con edad y trapío, ha dado una lección de poderío, de valor y de torería. Cuando ya ha rebasado sin esfuerzos aparentes el centenar de festejos, parece que se encuentra en los inicios de su temporada y no en el término de ella. Llegar a estas fechas y con tantos toros despachados, con la fuerza, el sitio y el celo que él tiene, es dificilísimo. Pletórico de afición y de casta,  parece ser un matador que busca sitio entre los elegidos, uno que precisa de arrimarse, de triunfar en todos los toros para consagrarse como figura del toreo. Ver esto es muy difícil, tanto que muy pocos toreros pueden hacerlo, por muy grandes que sean o hayan sido. Desde que vino al toreo, para bien de la fiesta, ha actuado todos los años en más de noventa festejos por término medio. Esto por sí solo habla de su poderío, su oficio y  su constante entrega. Y decíamos al principio que quisiéramos haber visto a los anticordobesistas hoy en la plaza de la capital de La Rioja para que de una vez comprobasen que en El Cordobés hay un torero de unas dimensiones extraordinarias. Esta tarde entre el entusiasmo de la multitud que llenaba la plaza hasta la bandera, Manolo ha toreado superiormente con el capote y con la franela llevando a cabo dos grandiosas faenas en las que, haciendo gala de su quietud única, ha templado y mandado sobre sus enemigos a los que ha llevado superiormente toreados en series de pases en redondo de gran hondura y naturales en los que ha jugado la mano de forma admirable. Dos faenas tan ligadas, tan medidas, que han constituido un todo armonioso que ha entusiasmado al aficionado. Hubieran podido ver sus eternos detractores, los cantores de sus tardes sin fortuna, que Manolo torea porque para, porque templa, porque manda y porque remata a la perfección los muletazos. Dos faenas cimentadas en una ortodoxia torera de enorme valor y cerradas con esos alardes personalísimos de sus molinetes de rodillas, sus pases de pecho en cadena y sus desplantes valerosos pero, volvemos a repetir, la base, el fundamento de ellas, lo que ha encendido las ovaciones en los tendidos, ha sido su toreo sobre la derecha y al natural, sus pases circulares, los de pecho. Lo demás ha venido a ser como la sal y la pimienta del guiso sabrosísimo y jugoso del toreo de verdad, del toreo eterno. Mató a su primero de media y una entera y le otorgaron las dos orejas con fuerte petición de rabo. Al sexto, al que realizó la mejor faena de su vida, le cortó una oreja por precisar de media, una entera y dos golpes de cruceta. Pero todo era igual, el público enfervorizado saltó al ruedo en medio de una lluvia de sombreros y prendas de vestir y le sacaron de la plaza en triunfo. Si esto lo hace en Madrid, el cordobesismo hubiera ganado su batalla definitiva. Lo hará, ya lo creo que lo hará y entonces los dinamiteros de su fama, los quintacolumnistas de su gloria, los cazadores de glorias ajenas para crearse la propia, quedarán en su sitio. Don Ricardo, admirado K-Hito, usted que es cordobesista convencido, qué pena que no lo haya visto. Curro Castañares y la afición de Logroño le pueden dar amplia referencia del suceso.


Manolo El Cordobés, aderezando el "guiso"
 al final de la faena.


Primer espada de la terna y en tantas otras cosas, fue el sevillano Paco Camino. El de Camas ha tenido poca fortuna con el lote que le deparó el azar. Un primer toro blando de manos, que embiste con la cara alta y engancha el remate de los muletazos al derrotar alto y un cuarto  áspero que también tira la cara arriba y además tardea mucho. Con el primero estuvo muy bien en las verónicas de saludo, en las que jugó los brazos con elegancia y excelente estilo: Después, pese a que el toro le frenaba, le realiza una buena labor muletera con pases sobre ambas manos que se jalean para pinchazo y estocada. En el cuarto le ovacionaron unas verónicas de superior calidad y ya con la franela, pese a las dificultades de su enemigo, realizó una brillante labor. Derechazos largos y templados, naturales de perfecto y acabado remate, fueron acogidos con las mayores muestras de complacencia. Fue la faena de un gran torero. De un torero que sabe lo que se trae entre manos y de un torero que toreó con un sentido de lo auténtico admirable. De ella nos quedamos con el toreo al natural. Unos naturales de Paco Camino en los que llevó embarcado a su enemigo templándole hasta más allá de lo imaginable. La música y los oles acompañaron toda su extraordinaria labor y sin duda alguna hubiera cortado las orejas d de haber tenido mayor fortuna con el acero, pero no fue así y la cosa quedó en petición, una gran ovación y saludos tras pasaportar al de Felipe Bartolomé de media estocada y dos golpes de cruceta. Pero esos naturales...cosa buena.
Antonio León es un matador de toros local  que torea poco, aunque como suele ocurrir, es merecedor de hacerlo mayor número de veces. Se mostró valiente y torero en el segundo de la tarde al que saludó con verónicas de muy buen ver y con la franela se apretó de veras en una valerosa labor desarrollada sobre ambas manos. No estuvo acertado con el acero, pues atravesó a su enemigo en la primera estocada, logró una entera y descabelló al tercer golpe. Se le ovacionó. Al quinto le hizo una excelente faena con pases de las más diversas marcas, instrumentados con reposo y quietud, templando y mandando como los buenos. Una estocada y ocho intentos de descabello dejaron el premio en petición y dos vueltas al ruedo. Al final sus paisanos le pasearon en hombros por el ruedo.

La corrida de don Felipe Bartolomé, muy bien presentada, cumplió con los montados y para los de a pie, dieron el juego que queda reseñado en este comentario.


Carteles de la Feria de Logroño  1967
Puedes ver toda la Feria de San Mateo en Logroño 1967 en nuestra web:
http://www.segunlamaneradever.com/products/logrono-feria-de-san-mateo-21-a-25-septiembre-de-1967/

martes, 5 de septiembre de 2017

VALLADOLID 1967: LA INTERESANTE FERIA DEL GANADO CHARRO.

CUATRO OREJAS A PAQUIRRI QUE SALE EN HOMBROS. OREJA A PALOMO Y GRAN FAENA DE ANTOÑETE.
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Valladolid, tercera de su Feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.  19-9-67
Otro lleno impresionante. Cartel de no hay billetes y reventa. Los espadas encargados de pasaportar el encierro de don Francisco Galache son Antonio Chenel “Antoñete”, que sustituye al Viti, Palomo Linares y Francisco Rivera “Paquirri”. Los toros del ganadero charro, bien presentados, cumplieron en su conjunto.
El toreo de Antoñete es de tal plasticidad, de tal armonía que verle ejecutar las más diversas suertes produce gran placer al aficionado. Sus verónicas de lento compás, sus medias de remate, son un portento de armonía y gracia, de elegante sobriedad. Y después, con la muleta en este primer toro de su lote, ha bordado el toreo al natural, dando a los muletazos tal prestancia, tan natural belleza, que la plaza ha vibrado de entusiasmo. Naturales largos, lentos, pausados en los que el toro iba como hipnotizado tras el rojo engaño, a dos dedos de la tela de los pitones, pero lejos siempre de rozarla por el maravilloso temple y el extraordinario mando de que hacía gala el torero. Ha sido un deleite verle ejecutar el pase fundamental, que al ser rematado apretadamente con el de pecho, ligándolo a la perfección, ha puesto al aficionado en pie. Y la mano diestra ha dibujado pases en redondo plenos de gusto, cadenciosos. Una gran faena, una de las mejores faenas de la feria, pero que no se premió con trofeos por el mal tino con el acero, ya que hubo de precisar de pinchazo, estocada con salida indiscreta y cuatro golpes de cruceta para finiquitar a su enemigo. Como premio a la bondad del trasteo y en medio de una clamorosa ovación, dio triunfal vuelta al ruedo recogiendo el homenaje del público. Al cuarto lo toreó muy bien con el capote en lances de saludo, pero la res llegó al trance final con corta acometida, revolviéndose y tirando la cara arriba en su corto viaje. Pese a ello, el madrileño intentó el lucimiento en varias series de pases sobre ambas manos, aunque no pudiera sacar el partido que deseara de su deslucido enemigo, al que mató de una estocada. Escuchó una gran ovación con saludos.
"Antoñete" en un momento de su triunfal
actuación en Valladolid. 

La primera oreja de la tarde fue para Sebastián Palomo Linares. El muchacho se había hecho ovacionar con fuerza en las verónicas que instrumentó como saludo al segundo de la tarde, al que cambió con una sola vara. Su faena fue brindada al actor Robert Stark, que se encontraba en una barrera presenciando el festejo. Primero, unos doblones muy buenos y después tiró de repertorio al ejecutar una alegre, pinturera y variada labor, de la que destacó un toreo al natural y en redondo, pleno de temple y garbo, que mereció los honores de la música y las ovaciones. Una excelente faena de Palomo linares, en la que toreó con temple, mando y esa garra que le hace ser uno de los toreros más taquilleros del momento. Mató de una estocada y se le otorgó la oreja de su enemigo, con fuerte petición de otra y triunfal vuelta al ruedo, recogiendo toda clase de prendas de vestir. El cuarto es un toro mansurrón, que tras salir suelto del caballo, no se empleó nunca con bravura, haciendo una pelea sosa y distraída, aunque en ocasiones embistiese a oleadas que encerraban gran peligro. Pero como Palomo tiene oficio y valor, a fuerza de porfiar, de pisarle el terreno al manso y deslucido animal, logró varias series de muletazos sobre ambas manos, que se jalearon con fuerza. Mató de pinchazo, estocada y descabello y escuchó una gran ovación con saludos. No se podía hacer más que lo que había hecho, mostrarse torero y valiente siempre.
Palomo brindando el primero toro de su lote.

Triunfador grande, rotundo, ha sido Paquirri. El gran torero de Barbate ha dado una completa lección de su alegre, mandón y clásico toreo. Largas afaroladas rodilla en tierra, chicuelinas, verónicas plenas de hondura, han ido manando de su templado capote, con el que ha gustado las mieles del triunfo más sonoro, teniendo que saludar montera en mano en su primero, tras llevarlo magistralmente al caballo con unas chicuelinas galleadas. Y en banderillas, una vez más hizo gala de su completo dominio de la suerte, prendiendo en sus dos enemigos pares de poder a poder y al quiebro que entusiasmaron y le valieron las mayores ovaciones. La franela en sus manos ha sido látigo en las dobladas iniciales con las que ha dominado la aspereza de su primero y caricia después al templar extraordinariamente las embestidas de sus enemigos, a los que ha instrumentado pases en redondo y al natural de perfecta armonía. Dos faenas gemelas en calidad, idénticas en hondura y clasicismo, que han llegado con fuerza tremenda a los tendidos, entregados al valor sereno y reposado del gaditano. Cómo sería su primer trasteo de completo y acabado, que pese a precisar de pinchazo, estocada con salida y descabello, se le otorgaron las dos orejas y aún tuvo que dar dos triunfales vueltas al ruedo. En el sexto realizó otra excelente labor muletera, que al ser rematada con una estocada y dos golpes de cruceta, le valió las dos orejas y la salida triunfal en hombros. Un triunfo claro, merecido y rotundo de Paquirri, un torero que va a más cada tarde. 
Paquirri, en un desplante muy de su marca.
Puedes ver la feria de Valladolid completa en nuestra web:

EN EL CINCUENTENARIO DE SU PLAZA, ALBACETE PONE DE GALA SU FERIA

OREJAS A DIEGO PUERTA EN UNA DESLUCIDA CORRIDA DEL CONDE DE LA CORTE.
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Albacete, primera de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidos de ustedes 10-9-67
En el cincuentenario de su plaza, Albacete ha puesto de gala su Feria. Pero la corrida de hoy del Conde de la Corte ha sido mala, francamente mala y deslucida en grado sumo por su falta de fuerza, que les hacía a los toros embestir con corta y gazapeante acometida unos y sosos y sin clase los otros. Un encierro muy lejos en bondad y bravura del que habíamos presenciado días antes en la feria de Murcia. El segundo de la tarde salió tan renqueante, tan inválido que le bastó rematar contra un burladero para que su misma invalidez se acrecentase, por lo que en medio de gran bronca, hubo de ser devuelto a los corrales, pese a haber tomado ya un puyazo. El sobrero de Villamarta, lidiado en quinto lugar por haberse corrido el turno, fue manos y áspero y no fue lo que se dice un toro de recibo.

Las Reinas de las Fiestas pasean por el ruedo al comienzo del festejo

Diego Puerta ha tenido una tarde muy completa, pese a que sus dos enemigos no le han ayudado mucho. El primero, soso, distraído y de corta acometida y el cuarto muy blando de manos y con poquísima fuerza. Pues bien, con tales ejemplares estuvo Diego en plan de torero sabio y poderoso, artista y valiente. Con el capote toreó a las mil maravillas en lances a la verónica en los que templó de forma insuperable la embestida de su enemigo hasta bordar verónicas de extraordinaria calidad que le valieron grandes ovaciones. Y con la faena llevó a cabo dos labores gemelas en calidad en las que hizo gala de su valor natural y de un arte alegre y pinturero que gustó mucho a la concurrencia, que no se cansó de aclamar al sevillanísimo artista. Y por fueros de auténtica torería, a fuerza de consentir, de aguantar las sosas acometidas de sus enemigos, logró cuajar dos trasteos en los que los pases en redondo, los naturales y los de pecho, así como los garbosos adornos, tuvieron el sello de lo perfecto, la marca de un artista de muchos quilates. Fue un apena que en su primero, por hacerle el toro un extraño al tirarse a matar, la espada resultase atravesada, por lo que al precisar de otra estocada perdió los trofeos que con capa y muleta había ganado sobradamente. Una gran ovación con saludos premió su labor con este toro. Pero en el cuarto de la tarde, al que toreó con un temple extraordinario y un gusto exquisito, le cortó las dos orejas con fuerte petición de rabo y triunfal vuelta al ruedo tras pasaportarlo de media estocada y certero descabello. Una gran tarde de Diego Puerta, que ha dejado sentado, una vez más, su pabellón de torero y artista.
Diego Puerta, en un natural al cuarto de la tarde.

Ya queda dicho que el segundo de la tarde fue devuelto a los corrales por su manifiesta invalidez. Al correrse el turno, se enfrentó Mondeño en primer lugar con el segundo de su lote, al que tras torear apretadamente con el capote, le realizó una meritoria labor muletera, que en verdad no supo aquilatar parte del público. El toro muy deslucido, era soso y pegajoso en extremo, haciendo muy difícil la labor del torero con su continuo gazapear. No obstante, Juan anduvo con él en plan de torero, echándole cabeza y sentido a una faena de mucho mérito por las dificultades de su enemigo, pero en la que no pudo haber muletazos de relumbrón como el público que no mide las condiciones de los toros esperaba. Mató de pinchazo y media y se enfadaron con el de Puerto Real. En el sobrero de Villamarta, Mondeño estuvo muy bien, lo mismo en los apretados lances de saludo como al realizar una meritísima labor muletera, en la que cinceló varias series de naturales, con remate de pectorales, que hizo sonar la música torera en tanto que Mondeño toreaba con tal quietud y arrogancia al natural, que la plaza se vino abajo en oles y ovaciones. Faena de orejas pero que dos pinchazos y estocada dejaron en una gran ovación con saludos.
Mondeño
José Manuel Inchausti Tinin ha ganado la oreja del primero de su lote por una completísima labor con capa, muleta y espada. El joven diestro madrileño, recibió al tercero de la tarde con cinco verónicas plenas de calidad y que por ello fueron acogidas con grandes oles y ovación cerrada al rematar con la media de rigor. El toro llegó al trance final con un molesto cabeceo, pero el muchacho a fuerza de mando, de aguante y de poderío, le enjaretó una lucida labor muleteril, compuesta de pases de las más diversas marcas que entusiasmaron. Había mucho que exponer y tenía el toro mucho que torear y Tinin expuso y toreó como un auténtico maestro. Por ello cuando mató a su enemigo de una gran estocada, se le otorgó con toda justicia la oreja, con cuyo trofeo dio aclamada vuelta al ruedo, Volvieron a jalearle las verónicas en el toro que cerró plaza, así como su forma eficaz y torera de llevar a su enemigo al caballo, con unos lances por delante muy templados. El toro llegó al último tercio con notoria aspereza tirando la cara arriba  sin entregarse. Tinin se dobló muy bien con él y hasta le propinó varias series de muletazos diestros que le valieron oles y ovaciones, con fondo de pasodoble torero, pero después el toro se puso a la defensiva y hubo de recurrir a la faena de aliño, para rematar a su enemigo de pinchazo y estocada un tanto desprendida, lo que no gustó al respetable.
Tinin al inicio del festejo


TRIUNFOS DE CAMINO, EL VITI Y PEDRIN BENJUMEA EN UNA BRAVA CORRIDA DE BOHORQUEZ
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Albacete, segunda de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes 11-9-67

Con lleno rebosante se ha celebrado la segunda corrida, en la que Paco Camino, El Viti y Pedrín Benjumea han dado una gran tarde de toros. 
Paco Camino se ha hecho ovacionar con fuerza al torear a sus dos enemigos con el capote con verónicas plenas de garbo y arte. Su primero, tras tomar una vara y ser banderilleado con brevedad y acierto, llegó a la muleta poniéndose con cierto peligro por el pitón derecho y quedándose muy corto. Pero esto no fue obstáculo para que el camero realizase una extraordinaria labor muletera desarrollada preferentemente sobre la mano izquierda, con la que bordó varias series de naturales en los que impuso la tónica de su toreo largo y templado. El toro reservón, no se prestaba a florituras y Paco estuvo con él en plan maestro, pero perdió los trofeos por precisar de pinchazo, estocada y tres golpes de cruceta para abatir a su enemigo. Escuchó una gran ovación. En el cuarto de la tarde, Paco Camino estuvo a la altura de su fama y realizó una grandísima labor muletera en la que toreó con superior maestría, valor y pureza sobre ambas manos, derrochando arte a raudales. Adelantando el engaño y cargando la suerte, bordó series de pases naturales y derechazos que, al ser rematados con los forzados de pecho, molinetes y abaniqueos, entusiasmaron al respetable. Una grandiosa faena del camero en la que toreó con tal arte y temple, que no cabe mayor perfección. Una gran estocada que mató sin puntilla le valió las dos orejas y el rabo de su enemigo, viéndose obligado a dar dos triunfales vueltas al ruedo para corresponder al unánime clamor del público.
La gran estocada de Paco Camino
 al cuarto de la tarde
Una de las mejores faenas que recordamos a Santiago Martín El Viti ha sido la desarrollada con el segundo toro de la tarde, un toro manso, de corta acometida y falto de celo, al que a fuerza de dominio, maestría y mando, ha logrado sacar pases increíbles. Se había hecho ovacionar en os lances de saludo a la verónica y el toro, que salió suelto del caballo en las tres varas que tomó, evidenció su falta de casta y clase en la pelea que llevó a efecto en el último tercio. Pero el salmantino, a fuerza de porfiar y de meterse en el terreno de la res, de pisar seguro y firme y de llevarle muy toreado, cuajó una excelente labor muletera en la que templó de forma increíble en todos los muletazos, haciendo que el manso animal siguiese su franela como hipnotizado. Una meritoria faena del Viti en la que toreó con esa sobriedad y excelente estilo a que nos tiene acostumbrados. Mató de media estocada aguantando y se le otorgó una oreja con fuerte petición de otra y triunfal vuelta por el lugar del suceso. El quinto hizo una pelea a la defensiva. Fue un toro de contraestilo, deslucido a más no poder, con el que El Viti anduvo en plan torero dominador en una breve faena para estocada y descabellos la tercera y lo de siempre, los que no quieren calibrar el toro, se enfadaron con el salmantino que, en realidad nada pudo hacer con tal ejemplar.
El Viti en un desplante
(Fotos: El Ruedo)
 Pedrín Benjumea ha vuelto a ser una vez más Pedro El Terrible. La cosa fue en el tercero de la tarde, al que el de Palma del Río formó tal taco que la plaza parecía que se venía abajo. Con este toro, estuvo Benjumea a la altura de su gloria y su fama, realizando una labor que entusiasmó muy justificadamente al público. Sus lances a la verónica, jaleados por sus apreturas, la perfecta forma de llevarle al caballo con lances por delante y su enorme quite por gaoneras, le valieron grandes ovaciones y el fervoroso jalear de los aficionados entregados. Y después con la franela, una tremenda faena, una grandiosa labor muletera, iniciada con estatuarios de quietud absoluta y continuada por derechazos, naturales y de pecho, ligados a la perfección. Faena tensa, de gran emoción, en la que se pasó siempre muy cerca a su enemigo en series de muletazos de gran emoción y calidad, que pusieron al público en pie. Una faena del Pedrín Benjumea de las tardes de apoteosis, en la que la plaza crujía por la fuerza de las ovaciones. Mató de una estocada trasera, por doblar el toro las manos en el momento del encuentro y se le otorgó una oreja con fuerte petición de otra y triunfal paseo por el ruedo. Mala suerte, pues si el toro no hace el extraño, el triunfo hubiera sido de máximos trofeos. El que cierra plaza es un inválido que fue protestado con fuerza por los aficionados. El ruedo se llenó de almohadillas en señal de protesta pero la presidencia continuó en sus trece y mantuvo al inválido en el ruedo. Se imponía la brevedad ante tal animal y Pedrín, tras breve muletear, pasaportó al deslucido animal de tres entradas con el acero y certero descabello, siendo aplaudido en tanto que el usía era abroncado.
La preciosa plaza de Albacete.


Puedes ver las crónicas completas de la Feria de Albacete 1967 en http://www.segunlamaneradever.com/products/albacete-feria-del-10-al-12-de-septiembre-de-1967/

lunes, 4 de septiembre de 2017

SALAMANCA, TIERRA DE TOREROS DE FAMA Y GANADERÍAS DE TRONÍO.


"Venimos diciendo que cuando el Cordobés se retire, cuando las plazas no se puedan apasionar con su presencia, le llorarán muchos."
Curro Fetén, Salamanca, 13 de septiembre de 1967.
Cartel anunciador de las Ferias y
Fiestas de Salamanca 1967
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Salamanca, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 
 Salamanca, cuna de la charrería, tierra de toreros de fama y ganaderías de tronío, ha sido testigo del triunfo rotundo, resonante y definitivo de Manuel Benítez. Un triunfo labrado a fuerza de tesón, de inteligencia,  de saber sentir el toreo y transmitirlo a los tendidos con esa fuerza enorme, con ese poder que siempre ejerce ante las masas y sobre los aficionados. Se le esperaba con expectación, con gran interés por ver si era cierto eso que algunos plañideros de su fama, de su gloria y sus millones  venían diciendo. Todo el andamiaje se les ha venido abajo porque los intrigantes han valorado en poco la casta, el pundonor y la hombría del genio de Palma del Río. Hoy el público no le ha mandado a dormir, no le ha dicho que se marche. Hoy el público, el que paga, el que no sabe de intrigas, de apetitos inconfesables, le ha dicho que sí. Venimos diciendo que cuando el Cordobés se retire, cuando las plazas no se puedan apasionar con su presencia, le llorarán muchos. Sigue el Cordobés en olor de multitudes, en su puesto impar de figura arrolladora.
Manuel Benítez "El Cordobés" y su leyenda.
Podrán decir los "antis" que su primer toro ha sido bueno,- le dieron la vuelta al ruedo- dirán que así cualquiera. Pero no dirán que ha toreado muy bien con el capote, que con la muleta, tras tomar una vara su enemigo y hacer un apretado quite por chicuelinas, ha dado comienzo a su labor con cuatro estatuarios solemnes, para continuar derrochando valor y arte en varias series de derechazos, naturales y de pecho en los que no se puede templar más la embestida de un toro, ni llevarle más bien toreado. Faena plena de ligazón, de temple, de mando, que ha entusiasmado hasta el punto de que los antis no han dicho esta boca es mía y han tenido que esperar al fallo a espadas del torero. Pero el fallo no ha llegado, pues el de Palma del Río despachó a su enemigo de media estocada que hizo innecesaria la puntilla. Las dos orejas, con triunfal vuelta al ruedo, fue el premio concedido. Al toro se le dio como hemos dicho, la vuelta al ruedo.
Si les dicen a ustedes que le segundo de la tarde fue bravo y noble, háganles caso, pero ojo, tendrán que decirles después que el quinto llegó entero a la muleta por faltarle un puyazo y que embistió con aspereza, gazapeando. Si les dicen esto, es verdad, como lo es también que con el capote se ha hecho ovacionar con fuerza en los lances de saludo y en un quite por chicuelinas. El toro gazapón, con aspereza, no era un toro fácil. Había que poderle primero y Manolo le pudo en unas dobladas rodilla en tierra superiores. Y había también que aguantar una barbaridad hasta que el del Marqués de Domecq  le tomase la muleta en un gazapear constante. Torear a un  gazapón es muy difícil. El animal anda y anda sin dejar colocarse al torero y para sacarle muletazos hay que aguantar mucho, llevarle muy toreado y templarle más. Y esto fue lo que hizo El Cordobés, le aguantó, le prendió en su muleta y por ese camino la faena y el toro fueron a más hasta culminar en un alboroto triunfal que llegó al apoteosis cuando ya con el toro completamente dominado, entregado al poder de la muleta, hizo con él cuanto le vino en gana, entre el griterío ensordecedor de los tendidos. Otra media estocada y un certero descabello y aquello fue el manicomio. La plaza se cubrió de pañuelos y la presidencia sólo otorgó dos orejas, muy en su derecho aunque se le pidiera el rabo con insistencia y Manolo recorrió el ruedo en medio del clamor de la multitud y alguna que otra bofetada en los tendidos. En fin, lo de siempre. Con que a dormir? si, más bien está El Cordobés que quita el sueño a cualquiera.
Antoñete, primer espada de la terna no ha tenido suerte con el lote que le ha deparado la fortuna. Su primero, falto de fuerza, estuvo a punto de darle un serio disgusto cuando, tras torearle colosalmente con el capote en cuatro verónicas plenas de donaire, le pisó el capote y al perseguirle y tener el artista que saltar al callejón, le tiró tal gañafón que salió con la taleguilla hecha unos zorros por la parte posterior del muslo izquierdo. A la muleta llega el toro con poquísima fuerza, derrumbándose al menos esfuerzo y haciendo una pelea a la defensiva y de corta acometida. Tras un breve trasteo sobre la diestra, lo pasaporta de una estocada con salida indiscreta y un certero descabello, pitándose al del campo jerezano. El cuarto fue el peor del encierro. Salió tirando las manos por delante y topando con la cara alta. Manso con el caballo, salió suelto en las tres varas que tomó y se quiso quitar el palo. A la muleta llegó descompuesto  y probon, embistiendo con brusquedad. Expuso el madrileño en una faena sobre ambas manos, logrando que se le aplaudiese en varias series de muletazos suministrados con su proverbial buen estilo. Mató de una corta y descabello a la primera y se silenció su labor.
Para José Manuel Inchausti Tinin ha sido la oreja del primero de su lote y de haber atendido el presidente la demanda unánime del público, hubiera cortado por lo menos otra. Pero no fue así y la presidencia, haciendo uso de su derecho, sólo otorgó un trofeo, por lo que el público obligó al joven Tinin a dar hasta tres triunfales vueltas al ruedo. Pero para que todo este entusiasmo fuese despertado, antes Tinín había puesto a contribución todo el inmenso caudal de su valor y de su buen estilo al lancear a la verónica con dominio y temple extraordinario y llevar después superiormente a su enemigo al caballo en un torerísimo quite por chicuelinas. Con la muleta, una acabada y perfecta faena iniciada con muletazos rodilla en tierra soberbios, trincherazos y varias series de templados y largos naturales con remate de los de pecho que levantaron las más fuertes ovaciones. Lento y armonioso su toreo con la mano diestra y cuando mató de una estocada, se le otorgó una oreja con las tres susodichas vueltas al ruedo. El sexto es un inválido que doblaba las manos en cuanto embestía. El público protestó con fuerza pero sin fortuna, a este toro que por decisión presidencial seguía en el ruedo pese a su invalidez. Tinin, tras tomar la res un picotazo y un sólo par, lo toreó sobre ambas manos y aún logró instrumentarle dos molinetes de rodillas y otros pases variados y pintureros. Media que produce vómito dejó la cosa en una gran ovación de despedida. Mala suerte.
La corrida del Marqués de Domecq, bien presentada, dio el juego que queda reflejado en el presente comentario.



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MURCIA: MONDEÑO, PAQUIRRI Y ÁNGEL TERUEL CON UNA BRAVA CORRIDA DEL CONDE DE LA CORTE

EXCELENTE CORRIDA DEL CONDE DE LA CORTE



Comentario a la corrida celebrada esta tarde en Murcia, tercera de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 8-9-67

Toros del Conde de la Corte para Juan García Mondeño, Francisco Rivera Paquirri y Ángel Teruel
La corrida de esta tarde será recordada en Murcia porque los tres espadas alternantes, cada uno dentro de su estilo, han hecho cosas importantes a una seria, y noble corrida del Conde de la Corte. Una corrida de verdad, con trapío para dar y vender, excelentemente presentada y con pitones de toros de principios de siglo. Y así a nadie deberá extrañar que los tres espadas hayan salido en hombros de una multitud de entusiastas que, tras pasearlos por el ruedo en volandas, se los hayan llevado por la puerta grande por las calles de la ciudad. Y de no haber existido un absurdo rigor presidencial, que le ha valido justas broncas al usía, el balance de trofeos hubiera sido de asombro. 

Los tres espadas abandonan el ruedo en triunfo
Abrió el festejo el caballero rejoneador don Álvaro Domecq Romero, que tuvo que pelear contra la mansedumbre y falta de estilo de un toro de doña María Cruz Goméndio. Estuvo el caballero jerezano magistral en la monta y en la colocación de los hierros de castigo y banderillas a una y dos manos, ganándose por ello fuertes ovaciones, Tras dos rejones de muerte echó pie a tierra y tras breve faena, pasaportó a su enemigo de cuatro pinchazos y dos golpes de cruceta pese a lo cual, hubo ovación con saludos para el caballero.
Ya en lidia normal, se corrieron seis toros de los herederos del Conde de la Corte, como queda dicho. Juan García Mondeño ha tenido una tarde plena de aciertos, tanto al torear con el capote como al manejar la muleta y espada. El primero de su lote, que de salida quiso saltar al callejón, se fue luego para arriba y permitió al gran torero de Puerto Real enjaretarle una excelente labor muletera, en la que el ex-novicio toreó con superior arte y con tales apreturas que puso al público en pie. Y así, pisando firme y seguro, templando y corriendo la mano en todos os muletazos, desarrolló una completísima labor muletera, en la que los naturales, derechazos y los de pecho, tuvieron auténtica calidad. Mató a este toro de pinchazo, estocada y descabello y hubo fuerte petición de oreja que no fue concedida y bronca al presidente. Mondeño se limitó a permanecer entre barreras en tanto que arreciaban los aficionados en sus ovaciones, que continuaron cuando ya había pisado la arena el segundo de la tarde, teniendo que saludar  montera en mano.  Pero quedaba otro toro en los corrales para el torero regioporteño y con él formó tal escandalera, estuvo tan en torero, tan valiente, que la plaza entera fue un clamor de ovaciones cuando desarrollaba el personal artista una variada y completa labor muletera en la que hubo pases sobre ambas manos de perfecta ejecución. Y esta vez la presidencia no tuvo más remedio que otorgarle las dos orejas, tras matar a su enemigo de pinchazo y una gran estocada. Mondeño paseó el ruedo siendo portador de los trofeos tan justamente ganados.

Juan García "Mondeño"
Tres cuartos de lo mismo que le pasó a Mondeño en su primero, le ocurrió a Paquirri en el segundo de la tarde. Había saludado al del Conde con unas largas de rodillas y unas excelentes verónicas y tras tomar la res una vara en la que derribó, hizo un apretado quite por gaoneras que le valió nuevas ovaciones. Fácil banderillero, en los medios prendió dos pares de banderillas al quiebro y cerró el tercio con otro doble quiebro de antología. La plaza bramó de entusiasmo y Paquirri tuvo que saludar repetidamente para corresponder a la gran ovación que se le tributaba. Pero no acaba aquí la cosa porque después, con la franela, el torero de Barbate estuvo valiente y torero al realizar una variada y artística faena en la que jugó ambas manos con maestría y singular donaire. Una estocada entera y tres descabellos finiquitó a su enemigo y erre que erre, el presidente siguió en su absurda postura de desoír la unánime demanda de trofeos. Se ganó por su injusto proceder otra bronca y Paquirri dio una celebrada vuelta al ruedo. En el quinto, ya no tuvieron más remedio que otorgarle la oreja, pues el muchacho toreó muy bien con el capote y tras banderillear con soltura a un toro que esperaba , realizó otra excelente labor muletera en la que desarrollo un amplio y variado tratado de tauromaquia. Templado, mandando y ejecutando superiormente el toreo, cinceló varias series de derechazos, naturales y pases de pecho y a la hora de los adornos se mostró pinturero y valiente a carta cabal. Mató de una estocada a un tiempo y esta vez sí, le otorgaron la oreja, con fuerte petición de otra y triunfal vuelta al anillo. 

Paquirri en un natural.
Lo que ha hecho esta tarde en el coso de La Condomina Ángel Teruel, no es para contarlo, es para verlo. Un sueño de torero es este muchacho que viene a salvar al toreo de tanta monotonía, de tanta vulgaridad. Es Ángel Teruel un torero de tales dimensiones y calidades que cada día nos deja más perplejos con sus progresos. Su cabeza y su sentido asombroso de la lidia, del toreo mismo, nos tiene sorprendidos. Porque es muy difícil estar en la plaza con la soltura, con el sitio, con la natural arrogancia, con la majestad y la seguridad con que él anda. Su sentido extraordinario del toreo, su capacidad para resolver toda clase de problemas, es patrimonio de los que han llegado a ser figuras de época. Todo en su quehacer tiene un porqué, un motivo y un fin. Es un torero que torea con sentido de la lidia y no una máquina de pegar pases, tan al uso. Como aficionados, como enamorados de esta incomparable fiesta de los toros, saludamos la presencia de Ángel Teruel en los ruedos.
Poca fuerza tiene su primero, pero él supo desarrollar una perfecta teoría de temple, de armonía, al saludarle con unas verónicas pletóricas de elegante facilidad y después, con la franela, una faena de torero de amplios recursos, de arte extraordinario, de maestría suma, en la que los derechazos fueron extraordinarios y los naturales, los de pecho, modélicos. Cómo sería que esta vez el rigor presidencial no valió y tras matar a su enemigo de una gran estocada, le otorgó con toda justicia la oreja de su enemigo, con la que dio una aclamada vuelta al ruedo en unión de sus compañeros de terna. Pero con haber estado soberbio en este toro, donde llegó a la cumbre de la perfección, fue en el toro que cerró plaza con el que el capote en sus manos fue brisa suave en el lance fundamental de la verónica. Y la plaza se vino abajo ante cuatro verónicas y media de remate. Y después, con la franela, la ligazón perfecta de los muletazos, el gusto, el sentido estético de su toreo, la majestuosa ejecución de sus naturales y derechazos, de sus pases de pecho, solo tuvieron rival en el temple, en el suave y lento mover de la tela torera, en ese llevar embarcado y toreadísimo a su enemigo que había sabido prender con la franela adelantada para culminar el pase hasta más allá de donde el mando hace posible el milagro del muletazo sentido y hondo. Una faena de las que no se ven a menudo, en la que sentimos y gustamos el toreo en toda su verdad. Y para demostrar que por algo es matador de toros, media estocada que la firmarían gustosos los más grandes virtuosos de la suerte que en el toreo han sido. La plaza bramó de incontenible entusiasmo, saltaron al ruedo una nube de aficionados, le cogieron en volandas y en medio del clamor general, salió de la plaza en hombros en unión de sus compañeros de terna, mostrando os máximos trofeos, las orejas y el rabo conseguidos.

Vino a sustituir a un maestro insustituible: Antonio Ordóñez y bien podemos decir que ha hecho honor a la sustitución. El Rey, Antonio Ordóñez, tiene ya en verdad un príncipe heredero: Ángel Teruel.

Un jovencísimo Ángel Teruel


Puedes ver las crónicas de la Feria de Murcia 1967 completa en: http://www.segunlamaneradever.com/products/murcia-feria-6-a-9-de-septiembre-1967/

SENTIDO HOMENAJE A MANOLETE EN LA FERIA DE SAN AGUSTIN


Curro Fetén, Linares 30 de agosto de 1967
Llegamos a Linares al filo del mediodía, con el tiempo justo de tomar parte en los actos conmemorativos que, en honor del coloso Manolete, ha programado el Ayuntamiento. Veinte años en los que han pasado muchas cosas en el mundo del toro, pero en cuyo transcurso, la memoria de Manuel Rodríguez sigue presente en la mente de los buenos aficionados, manoletistas o no, que de todo hubo. Y al cabo de los veinte años, un homenaje póstumo, como prueba evidente de que no se le olvida, de que su nombre y su gesta permanece tan viva, tan presente, tan actual como siempre.
A las doce de la mañana, en el ruedo de la plaza de toros, una cruz hecha de flores, en el lugar donde cayó mortalmente herido. D. Evaristo Sánchez dice una misa por su alma, a la que a la que asisten entre otros, el sobrino del Monstruo, Rafael Soria Molina "Lagartijo", su banderillero Cantimplas, don Álvaro Domecq, Carnicerito de Málaga, José Luis de Córdoba, ese periodista cabal que fue íntimo de Manolete y una multitud de aficionados, toreros y periodistas taurinos. Acto seguido, toma la palabra el alcalde, Sr. Valmaseda, nuestro compañero Rafael Campos de España y  don Álvaro Domecq. Se procede después al descubrimiento de una lápida en la fachada de la plaza de toros, obra del laureado escultor Amadeo Ruiz Olmos.
A las cinco cuarenta y cinco de la tarde, las cuadrillas hacen el paseo destocadas y luciendo lazos negros. Se guarda un minuto de silencio, se musitan unas oraciones y una voz grita Gloria a Manolete! desde una garganta y un corazón emocionado por el recuerdo. A Manolete lo mató un toro de Miura, Islero, pero también lo mataron un poco los públicos, insaciables en sus exigencias, los enemigos, los envidiosos, los irreconciliables que sólo contaban sus millones, sin tener en cuenta que habían sido ganados a fuerza de muchos sacrificios, de muchos sudores, de mucha sangre derramada generosamente. Descanse en paz, pero no olvidamos la gran lección que nos dio el destino. Cuántos remordimientos de conciencia promueve su recuerdo. No caigamos en el mismo pecado otra vez, para no tener que hacer penitencia de nuevo...

LA TARDE DE JOSÉ FUENTES
CUATRO OREJAS Y RABO PARA JOSE FUENTES. ¿QUE DIRA PABLO?
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Linares, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 30-8-67
Como ya les manifestamos ayer, la última de la feria quedó, por ausencia del lesionado Antonio Ordóñez, en un forzado mano a mano entre José Fuentes y Francisco Rivera Paquirri, así como la inclusión en el cartel del famoso rejoneador don Álvaro Domecq Romero. Gran entrada y mucha expectación en torno a este festejo en el que se  han lidiado siete toros de don Juan Pedro Domecq, que cumplieron.
No sabemos qué dirá Pablo, un excelente aficionado local al que parte del público interrogaba con un: ¿Qué dirá Pablo? cuando estaba actuando el gran torero que es José Fuentes. Sin duda el bueno de Pablo diría lo que han dicho todos cuantos aficionados han concurrido a este tercer festejo mayor de las ferias y fiestas de San Agustín. Diría sin duda que en José Fuentes hay un torero de proporciones extraordinarias, una figura auténtica de la Fiesta. Porque viéndole torear como esta tarde ha toreado con capa y muleta, uno, como aficionado, no tiene más remedio que quitarse el sombrero. Sus templados lances a la verónica, han sido  de perfección absoluta y en quites, le tenemos anotado uno por chicuelinas en las que no cabe mayor armonía, gracia y garbo, amén de otro por verónicas de delantal en las que ha conjugado de maravilla los más ortodoxos postulados del bien  torear.  Ha sido pues, la tarde de José Fuentes, triunfal en todos los conceptos. Una tarde en la que su suprema elegancia, la majestad de su toreo único, el temple, el dominio, la suprema facilidad de su bello estilo, han ido hermanados con la perfección de un toreo de cercanías extraordinarias. Un toreo en el que, pisando firme y seguro, en el terreno de los revolucionarios, José Fuentes ha toreado como él sabe hacerlo, con fácil inspiración creadora y con un sentido de autenticidad extraordinario. Su toreo de esta tarde al natural ha sido un regalo para los aficionados que se le han entregado por completo, interpretados con compás y ritmo pleno de belleza. Y con la mano derecha, los redondos, abaniqueos, afarolados, molinetes y pases de adorno que han cobrado categoría de lo fundamental, al recrearse el artista en un toreo rico en bellos matices. Con la espada, fácil y seguro, ha matado a su primero de estocada y dos golpes de cruceta, al tercero de lidia normal, de pinchazo y tres golpes de verduguillo. Cortó oreja al que abrió plaza con petición de otra; las dos y rabo en el tercero tras realizar una gran labor muletera dando dos triunfales vueltas al ruedo. Al tercero de su lote, soso y sin clase, le cortó una oreja. Una gran tarde de José Fuentes en la que ha dejado patente su condición de figura del toreo mostrando su gran momento artístico.
Paquirri, siguiendo la línea de torero arrollador que lleva marcada desde mediados de temporada, ha estado en todo momento en plan de torero largo y poderoso, dominador de todos los recursos de la lidia. Con el capote ha brillado con luz propia al saludar al primero y tercero de sus enemigos con largas de rodillas en las que ha dejado llegar a sus enemigos muy cerca, para sacárselos de encima con desahogo y soltura. Y a la verónica ha toreado como el que mejor pueda presumir de ello, ganándose grandes y merecidas ovaciones. En quites se ha mostrado variado y oportuno y en todo momento ha dejado patente su buen momento artístico. En el segundo tercio, ha brillado en tan difícil y vistosa suerte. Los pares al cuarteo, los quiebros de gran precisión, le han valido sonoras ovaciones. Y con la muleta , ante toros que han ayudado poco al quedarse muy cortos y faltos de clase, ha estado valentísimo en todo momento, logrando tres excelentes faenas, en las que a fuerza de exponer valerosamente, ha logrado muletazos que le han valido música, oles y ovaciones generales. Pero cuando tenía los trofeos conquistados, la espada vino a robarle las orejas que había ganado sobradamente por su labor en los tres tercios. Mala suerte  la de Paquirri, que ha tenido que saludar repetidamente desde el tercio en sus tres toros para corresponder a las ovaciones que se le tributaban.

Entre los toros segundo y tercero, actuó el caballero rejoneador  don Álvaro Domecq Romero, que ha tenido una espléndida actuación. Su bello estilo de monta, la perfecta colocación de los hierros de castigo, así como las banderillas a una y dos manos, le ha hecho escuchar grandes ovaciones que se han visto traducidas en el premio de las dos orejas y el rabo tras matar de certero rejón al bravo y noble toro de don Juan Pedro Domecq. Un triunfo rotundo y merecido del gran caballero jerezano.