viernes, 3 de febrero de 2017

EL CORDOBÉS: SU "NO RETIRADA" Y LA INSÓLITA HISTORIA DE LA ALMOHADA

ADIOS, MANOLO!!
La temporada taurina de 1967 ha vivido desde el día 1 de febrero, unos días de gran agitación. Una mañana, el genio de palma del Río anuncia que se retira de los ruedos en plena juventud y en plena gloria. El mundillo de los toros se conmueve, las empresas se movilizan, los aficionados hacen mil conjeturas y todo el mundo está pendiente de las noticias que, día a día, hora tras hora, llegan al gran público sobre los motivos de esta decisión.
"El Cordobés no puede retirarse", "El Cordobés pertenece a la Fiesta", ese monstruo insaciable que devora a las figuras. La afición no está contenta. Sus partidarios no quieren perderle. Sus detractores no quieren que se marche así, por la puerta grande, cuando tiene más de cien corridas contratadas, cuando deja de ganar más de ciento veinte millones de pesetas.
Manolo quiere irse en plena popularidad, en la cumbre de su gloria y de su fama. ¿Le dejarán? Mucho nos tememos que no. Hay muchos intereses en torno al hombre de Palma del Río, muchos intereses y otras muchas cosas más, de las que más vale no hablar.
Ahora le obligan a volver –eso dicen los partes de prensa- Las empresas le piden indemnizaciones que suman 200 millones de pesetas. El torero, entre los millares de telegramas de los aficionados, ante las presiones de las empresas, echa el paso atrás y vuelve de su decisión. Toreará!. Así se salvan muchos intereses, pero… y él? Pueden de verdad obligarle a que vuelva a jugarse la vida él, que tanto se la jugó?. Bien es verdad que los toros le han dado todo, pero no es menos cierto que él también ha dado lo mejor que podía dar, hasta su sangre.
Ojalá que salga triunfante como siempre y que todos salven sus negocios, que todos triunfen y que todos gocemos del arte personal del Cordobés. Los públicos han recobrado a su ídolo, las Empresas a la gallina de los huevos de oro, pero a cambio de qué?

El Cordobés con los empresarios que se desplazaron a Villalobillos para la reunión que se celebraría a puerta cerrada y en la que hicieron valer sus derechos para convencer al diestro para respetar los compromisos contraídos. En la imagen, Manolo con Canorea, Balañá, Belmonte, Stuyck, Andrés Gago...


El Cordobés con la almohada que "fue testigo" del revuelo que se formó en el mundo del toreo en febrero de 1967, cuando anunció su retirada de los ruedos. (Fotos “El Ruedo” Num. 1.182)

“Los empresarios taurinos de la época visitaron al diestro palmeño para que cambiara su decisión y, efectivamente, en Villalobillos, el 6 de febrero de 1967, El Cordobés se comprometió a volver a los ruedos, algo que rubricó en un insólito documento: una almohada. Junto a su firma, hizo que todos los presentes estamparan la suya y así aún se puede comprobar la rúbrica de Diodoro Canorea, Pedro Balañá, Barceló, Alonso Belmonte, Ramón Sánchez, Rafael Muñoz, entre otros.” (Diario “El Día” de Córdoba.)




Los diarios, “ESPAÑA”, “ARRIBA” E “INFORMACIONES” se hacen eco de la noticia.

BREVE BIOGRAFÍA

La primera salida a los ruedos de “El Cordobés” tuvo como escenario el coso de Talavera de la Reina el 18 de agosto de 1958. Volvió a actuar el 9 de septiembre en Loeches, fecha trágica pues el novillero con quien actuaba, Manolo Gómez fue cogido mortalmente y el mismo toro hirió gravemente a Manolo que tuvo que permanecer encamado en el hospital Provincial de Madrid durante un mes. La siguiente actuación en Torres de la Alameda, con igual falta de fortuna, pues un novillo le produjo la fractura del brazo izquierdo. Tras eso, a seguir luchando durante varios años para conseguir una nueva oportunidad sin que lograse el triunfo soñado. 


Por fin llegó la oportunidad que vino del brazo del sagaz apoderado taurino que es Rafael Sánchez “El Pipo”, su auténtico descubridor, el hombre que le lanzó a la cumbre de la gloria y de la fama.
Y el 15 de mayo de 1960, el de Palma del Río, que antes se apodaba “El Renco” y “Palmeño”, hace su debut sin picadores en Córdoba, dirigido ya por la sabia mano del Pipo. En esa corrida histórica, actúan con él Edmundo Juárez “El Argentino” y Ramón Montero, lidiando seis novillos de Francisco Amián. Manolo cortó una oreja a cada uno de sus novillos y bien podemos decir que ahí arrancó su meteórica carrera. Le sacan a hombros de la plaza y en Córdoba, tan ponderada siempre en lo que a sus toreros se refiere, no se habla de otra cosa que de “El Cordobés”, como comenzó a anunciarse desde esa fecha.
En aquel mes de mayo tomó parte en cinco festejos más, resultando cogido en la plaza de Écija. Cuatro novilladas más y el 26 de agosto, la última sin picadores en su pueblo, Palma del Río, lidiando “solo ante el peligro”, como le anunciaba la pupila del Pipo, cuatro novillos del Marques de Domecq, cortando dos orejas.
La presentación con picadores del nuevo revolucionario tuvo lugar el día siguiente, 27 de agosto también en Palma del Río. Con reses de Juan Pedro Domecq. Por delante actuó Alvarito Domecq a caballo, lidiando Manolo como único espada, tres novillos a los que cortó cuatro orejas, rabo y pata y salió a hombros en medio del entusiasmo general.
Se presentó en Córdoba con caballos el 16 de octubre de 1960, con novillos de Manuel Sánchez Cobaleda, a los que cortó dos orejas. Fueron sus compañeros Paco Raigón y Rafael Cruz Conde González, nieto de Machaquito, en una novillada patrocinada por la Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias.


En la imagen, Curro fetén con Rafael “El Pipo”, El Cordobés y Paco Raigón junto al cartel anunciador de la presentación con picadores de Manuel Benítez en Córdoba.
Aquella su primera temporada formal, toreó 16 novilladas sin pencos y 14 con ellos, actuando en 3 festivales benéficos, un total de 33  festejos.
1961 fue la confirmación de la marcha triunfal de Manuel Benítez. Su nombre era garantía para las empresas que ser lo disputaban y los públicos le siguen enfervorizadamente. Este año toreó sesenta y siete novilladas.
Por primera vez en su fulgurante carrera, Manolo estuvo a punto de batir todos los records taurinos, pero un inoportuno percance sufrido en Málaga, le hizo cortar la temporada. Ciento nueve novilladas toreó el año 1962. Y además otra novillada celebrada en Jaén el 18 de febrero, para la película “Aprendiendo a morir”, su debut en el cine.
Al final de este año, firmó una exclusiva con la casa Chopera y su cartel llegó a tal altura que nunca se ha conocido una popularidad igual. En 1963, toreó El Cordobés 13 novilladas, la última dos día s antes de su alternativa, que tuvo lugar en Córdoba el 25 de mayo de 1963, actuando como padrino Antonio Bienvenida y de testigo José María Montilla. Los toros pertenecieron a la vacada de don Samuel Flores, de Albacete. Manolo vestía terno azul celeste y oro y cortó al toro de su alternativa dos orejas con fuerte petición de rabo y al segundo de su lote, las dos orejas y el rabo, siendo sacado en hombros de una multitud frenética de entusiasmo.
Desde esa misma fecha, El Cordobés acaparó la atención general. Sus partidarios eran incondicionales y sus detractores, enemigos furibundos, que le negaban el agua y la sal. Pero él, en medio de las pasiones que creaba su toreo, fue acrecentando más y más su fama y personalidad. Este primer año de su doctorado, actuó en sesenta y tres corridas, logrando triunfos inenarrables la más de las veces.
La temporada 1964 se monta en torno al grandioso cartel de Manolo Benítez, al conjuro de su nombre las plazas se llenan de una multitud entusiasta e ilusionada. Ciento diecinueve corridas contrató y por diversos percances, perdió cuarenta y siete. El 20 de mayo confirmó su alternativa en Madrid lidiando toros de Benítez Cubero. Padrino Pedrés y testigo “Palmeño”. Vestía terno morado y oro y el toro de la confirmación estuvo a punto de acabar con la vida del torero más taquillero de todos los tiempos al propinarle una cornada gravísima. Toda España se conmovió y los millones de españoles que la vieron por televisión, estuvieron pendientes del curso del percance.
La temporada 1965 puede considerarse la temporada cumbre de El Cordobés. Superó en número de corridas a los más famosos matadores, aupándose sobre las 109 corridas que toreara Juan Belmonte en el año 1919. Toreó 111 corridas y hubo otra marca más que anotarle, la de torear todos los días del mes de agosto, dándose el caso de que el 31 de ese mes toreó dos corridas en un mismo día, por la mañana en Segovia y por la tarde en Toledo. Una campaña agotadora, en la que Manolo alcanzó grandes triunfos. 

(La crónica de ese día en “EL CORDOBÉS DA ÓRDAGO EN LA 31 DE AGOSTO” http://www.segunlamaneradever.com/products/toledo-31-de-agosto/

En el pasado año 1966, toreó 74 corridas, continuando en posición de privilegio y su nombre acaparando el interés del público poniendo todas las tardes el cartel de “no hay billetes”.
La fama, los triunfos de Manuel Benítez “El Cordobés”, traía revolucionados a los aficionados americanos y naturalmente, las empresas de aquel continente reclamaron su concurso. Manolo triunfó de forma arrolladora en Méjico y sus estados, en Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, en las tres campañas que llevó a cabo. Le costó bastante triunfar en Méjico, pero cuando un toro medio le embistió, acabó con el cuadro y bien puede decirse que, hoy por hoy, es el máximo ídolo de la afición mejicana que le idolatra.
Su personal simpatía, sus gestos dentro y fuera de la plaza, han cimentado una popularidad extraordinaria y es hoy uno de los hombres más populares del mundo, pues en todas partes su figura es conocida y admirada.
Pero tantos y tantos millones que le cuentan sus enemigos y todo el mundo, no los ha ganado por su sonrisa eterna, los ha ganado por la entrega constante tarde tras tarde, en todas las plazas. Porque Manolo se ha arrimado en el pueblo tanto o más que en la primera plaza del mundo. Era condición suya no defraudar nunca. Algunas tardes no tuvo fortuna, pero siempre al siguiente día volvía el triunfo con él. Fue un caso de honradez profesional, de dignidad y vergüenza torera. Su casta enorme, le hacía ir cada día más allá de lo posible y por ello su figura se aureolaba de leyenda.
El fenómeno de Palma del Río ha sufrido a lo largo de su vida torera numerosos percances y algunos de ellos, de importancia, como los de Granada, Mont de Marsant, Valencia, Madrid, Barcelona, Murcia, Málaga, Córdoba.
Ahora, cuando está a punto de comenzar la temporada, anuncia su retirada, ocasionando con ello el mayor revuelo. Cuando escribimos esta breve biografía, los empresarios de España se afanan en hacer considerar a Manolo su decisión. Nosotros, solo deseamos que la que adopte en última instancia, sea para bien. La Fiesta le necesita, pero es muy dura su postura en ella. Los públicos cada día exigen más y a él mucho más que a todos. Y mucho más si da marcha atrás en su deseo de retirada. 
MUCHA SUERTE, MANOLO!!


Curro Fetén.
“España Taurina” Radio Intercontinental. Emisión: Febrero 1967 

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