ADIOS, MANOLO!!
La temporada taurina de 1967 ha vivido desde el día 1 de
febrero, unos días de gran agitación. Una mañana, el genio de palma del Río
anuncia que se retira de los ruedos en plena juventud y en plena gloria. El
mundillo de los toros se conmueve, las empresas se movilizan, los aficionados
hacen mil conjeturas y todo el mundo está pendiente de las noticias que, día a
día, hora tras hora, llegan al gran público sobre los motivos de esta decisión.
"El Cordobés no puede retirarse", "El Cordobés pertenece a
la Fiesta", ese monstruo insaciable que devora a las figuras. La afición no está
contenta. Sus partidarios no quieren perderle. Sus detractores no quieren que
se marche así, por la puerta grande, cuando tiene más de cien corridas
contratadas, cuando deja de ganar más de ciento veinte millones de pesetas.
Manolo quiere irse en plena popularidad, en la cumbre de
su gloria y de su fama. ¿Le dejarán? Mucho nos tememos que no. Hay muchos
intereses en torno al hombre de Palma del Río, muchos intereses y otras muchas
cosas más, de las que más vale no hablar.
Ahora le obligan a volver –eso dicen los partes de
prensa- Las empresas le piden indemnizaciones que suman 200 millones de
pesetas. El torero, entre los millares de telegramas de los aficionados, ante
las presiones de las empresas, echa el paso atrás y vuelve de su decisión.
Toreará!. Así se salvan muchos intereses, pero… y él? Pueden de verdad
obligarle a que vuelva a jugarse la vida él, que tanto se la jugó?. Bien es
verdad que los toros le han dado todo, pero no es menos cierto que él también
ha dado lo mejor que podía dar, hasta su sangre.
Ojalá que salga triunfante como siempre y que todos
salven sus negocios, que todos triunfen y que todos gocemos del arte personal
del Cordobés. Los públicos han recobrado a su ídolo, las Empresas a la gallina
de los huevos de oro, pero a cambio de qué?
El Cordobés con los empresarios que se desplazaron a
Villalobillos para la reunión que se celebraría a puerta cerrada y en la que
hicieron valer sus derechos para convencer al diestro para respetar los
compromisos contraídos. En la imagen, Manolo con Canorea, Balañá, Belmonte,
Stuyck, Andrés Gago...
El Cordobés con la
almohada que "fue testigo" del revuelo que se formó en el mundo del
toreo en febrero de 1967, cuando anunció su retirada de los ruedos. (Fotos “El
Ruedo” Num. 1.182)
“Los
empresarios taurinos de la época visitaron al diestro palmeño para que cambiara
su decisión y, efectivamente, en Villalobillos, el 6 de febrero de 1967, El
Cordobés se comprometió a volver a los ruedos, algo que rubricó en un insólito
documento: una almohada. Junto a su firma, hizo que todos los presentes
estamparan la suya y así aún se puede comprobar la rúbrica de Diodoro Canorea,
Pedro Balañá, Barceló, Alonso Belmonte, Ramón Sánchez, Rafael Muñoz, entre
otros.” (Diario “El Día” de Córdoba.)
Los diarios,
“ESPAÑA”, “ARRIBA” E “INFORMACIONES” se hacen eco de la noticia.
BREVE BIOGRAFÍA
La primera salida a los ruedos de “El Cordobés” tuvo como
escenario el coso de Talavera de la Reina el 18 de agosto de 1958. Volvió a
actuar el 9 de septiembre en Loeches, fecha trágica pues el novillero con quien
actuaba, Manolo Gómez fue cogido mortalmente y el mismo toro hirió gravemente a
Manolo que tuvo que permanecer encamado en el hospital Provincial de Madrid
durante un mes. La siguiente actuación en Torres de la Alameda, con igual falta
de fortuna, pues un novillo le produjo la fractura del brazo izquierdo. Tras
eso, a seguir luchando durante varios años para conseguir una nueva oportunidad
sin que lograse el triunfo soñado.
Por fin llegó la oportunidad que vino del brazo del sagaz
apoderado taurino que es Rafael Sánchez “El Pipo”, su auténtico descubridor, el
hombre que le lanzó a la cumbre de la gloria y de la fama.
Y el 15 de mayo de 1960, el de Palma del Río, que antes
se apodaba “El Renco” y “Palmeño”, hace su debut sin picadores en Córdoba,
dirigido ya por la sabia mano del Pipo. En esa corrida histórica, actúan con él
Edmundo Juárez “El Argentino” y Ramón Montero, lidiando seis novillos de Francisco
Amián. Manolo cortó una oreja a cada uno de sus novillos y bien podemos decir
que ahí arrancó su meteórica carrera. Le sacan a hombros de la plaza y en
Córdoba, tan ponderada siempre en lo que a sus toreros se refiere, no se habla
de otra cosa que de “El Cordobés”, como comenzó a anunciarse desde esa fecha.
En aquel mes de mayo tomó parte en cinco festejos más,
resultando cogido en la plaza de Écija. Cuatro novilladas más y el 26 de
agosto, la última sin picadores en su pueblo, Palma del Río, lidiando “solo
ante el peligro”, como le anunciaba la pupila del Pipo, cuatro novillos del
Marques de Domecq, cortando dos orejas.
La presentación con picadores del nuevo revolucionario
tuvo lugar el día siguiente, 27 de agosto también en Palma del Río. Con reses de
Juan Pedro Domecq. Por delante actuó Alvarito Domecq a caballo, lidiando Manolo
como único espada, tres novillos a los que cortó cuatro orejas, rabo y pata y
salió a hombros en medio del entusiasmo general.
Se presentó en Córdoba con caballos el 16 de octubre de
1960, con novillos de Manuel Sánchez Cobaleda, a los que cortó dos orejas.
Fueron sus compañeros Paco Raigón y Rafael Cruz Conde González, nieto de
Machaquito, en una novillada patrocinada por la Hermandad y Cofradía de Nuestra
Señora de las Angustias.
En la imagen,
Curro fetén con Rafael “El Pipo”, El Cordobés y Paco Raigón junto al cartel
anunciador de la presentación con picadores de Manuel Benítez en Córdoba.
Aquella su primera temporada formal, toreó 16 novilladas
sin pencos y 14 con ellos, actuando en 3 festivales benéficos, un total de
33 festejos.
1961 fue la confirmación de la marcha triunfal de Manuel
Benítez. Su nombre era garantía para las empresas que ser lo disputaban y los
públicos le siguen enfervorizadamente. Este año toreó sesenta y siete
novilladas.
Por primera vez en su fulgurante carrera, Manolo estuvo a
punto de batir todos los records taurinos, pero un inoportuno percance sufrido
en Málaga, le hizo cortar la temporada. Ciento nueve novilladas toreó el año 1962. Y además otra novillada celebrada
en Jaén el 18 de febrero, para la película “Aprendiendo a morir”, su debut en
el cine.
Al final de este año, firmó una exclusiva con la casa
Chopera y su cartel llegó a tal altura que nunca se ha conocido una popularidad
igual. En 1963, toreó El Cordobés 13
novilladas, la última dos día s antes de su alternativa, que tuvo lugar en
Córdoba el 25 de mayo de 1963, actuando como padrino Antonio Bienvenida y de
testigo José María Montilla. Los toros pertenecieron a la vacada de don Samuel
Flores, de Albacete. Manolo vestía terno azul celeste y oro y cortó al toro de
su alternativa dos orejas con fuerte petición de rabo y al segundo de su lote,
las dos orejas y el rabo, siendo sacado en hombros de una multitud frenética de
entusiasmo.
Desde esa misma fecha, El Cordobés acaparó la atención
general. Sus partidarios eran incondicionales y sus detractores, enemigos
furibundos, que le negaban el agua y la sal. Pero él, en medio de las pasiones
que creaba su toreo, fue acrecentando más y más su fama y personalidad. Este
primer año de su doctorado, actuó en sesenta y tres corridas, logrando triunfos
inenarrables la más de las veces.
La temporada 1964
se monta en torno al grandioso cartel de Manolo Benítez, al conjuro de su
nombre las plazas se llenan de una multitud entusiasta e ilusionada. Ciento
diecinueve corridas contrató y por diversos percances, perdió cuarenta y siete.
El 20 de mayo confirmó su alternativa en Madrid lidiando toros de Benítez
Cubero. Padrino Pedrés y testigo “Palmeño”. Vestía terno morado y oro y el toro
de la confirmación estuvo a punto de acabar con la vida del torero más
taquillero de todos los tiempos al propinarle una cornada gravísima. Toda
España se conmovió y los millones de españoles que la vieron por televisión,
estuvieron pendientes del curso del percance.
La temporada 1965
puede considerarse la temporada cumbre de El Cordobés. Superó en número de
corridas a los más famosos matadores, aupándose sobre las 109 corridas que
toreara Juan Belmonte en el año 1919. Toreó 111 corridas y hubo otra marca más
que anotarle, la de torear todos los días del mes de agosto, dándose el caso de
que el 31 de ese mes toreó dos corridas en un mismo día, por la mañana en
Segovia y por la tarde en Toledo. Una campaña agotadora, en la que Manolo
alcanzó grandes triunfos.
(La crónica de ese día en “EL
CORDOBÉS DA ÓRDAGO EN LA 31 DE AGOSTO” http://www.segunlamaneradever.com/products/toledo-31-de-agosto/
En el pasado año 1966, toreó 74 corridas, continuando en
posición de privilegio y su nombre acaparando el interés del público poniendo
todas las tardes el cartel de “no hay billetes”.
La fama, los triunfos de Manuel Benítez “El Cordobés”,
traía revolucionados a los aficionados americanos y naturalmente, las empresas
de aquel continente reclamaron su concurso. Manolo triunfó de forma arrolladora
en Méjico y sus estados, en Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, en las tres
campañas que llevó a cabo. Le costó bastante triunfar en Méjico, pero cuando un
toro medio le embistió, acabó con el cuadro y bien puede decirse que, hoy por
hoy, es el máximo ídolo de la afición mejicana que le idolatra.
Su personal simpatía, sus gestos dentro y fuera de la
plaza, han cimentado una popularidad extraordinaria y es hoy uno de los hombres
más populares del mundo, pues en todas partes su figura es conocida y admirada.
Pero tantos y tantos millones que le cuentan sus enemigos
y todo el mundo, no los ha ganado por su sonrisa eterna, los ha ganado por la
entrega constante tarde tras tarde, en todas las plazas. Porque Manolo se ha
arrimado en el pueblo tanto o más que en la primera plaza del mundo. Era
condición suya no defraudar nunca. Algunas tardes no tuvo fortuna, pero siempre
al siguiente día volvía el triunfo con él. Fue un caso de honradez profesional,
de dignidad y vergüenza torera. Su casta enorme, le hacía ir cada día más allá
de lo posible y por ello su figura se aureolaba de leyenda.
El fenómeno de Palma del Río ha sufrido a lo largo de su
vida torera numerosos percances y algunos de ellos, de importancia, como los de
Granada, Mont de Marsant, Valencia, Madrid, Barcelona, Murcia, Málaga, Córdoba.
Ahora, cuando está a punto de comenzar la temporada,
anuncia su retirada, ocasionando con ello el mayor revuelo. Cuando escribimos
esta breve biografía, los empresarios de España se afanan en hacer considerar a
Manolo su decisión. Nosotros, solo deseamos que la que adopte en última
instancia, sea para bien. La Fiesta le necesita, pero es muy dura su postura en
ella. Los públicos cada día exigen más y a él mucho más que a todos. Y mucho
más si da marcha atrás en su deseo de retirada.
MUCHA SUERTE, MANOLO!!
Curro Fetén.
“España Taurina” Radio Intercontinental. Emisión: Febrero
1967
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