martes, 1 de noviembre de 2016

EN LA MUERTE DE JOSÉ IGNACIO SÁNCHEZ MEJÍAS 2-11-66

ESPAÑA TAURINA!! Revista taurina semanal que sobre la fiesta de los toros escribe y dirige Curro Fetén.

Para hoy habíamos preparado un guión sobre los acontecimientos de la pasada temporada, con noticias de los festejos y comentarios sobre la próxima, pero la muerte de José Ignacio Sánchez Mejías, acaecida el pasado día de difuntos en Lima, nos dicta unos cambios y este primer número invernal, estará dedicado casi por completo, a su memoria.

Fue como un mazazo. José Ignacio había muerto el Lima, en la plaza casi. Fue, como dijo García Lorca de su padre: “a las cinco de la tarde”. José Ignacio se sintió enfermo en la misma plaza de toros, momentos antes de dar comienzo la corrida. Al principio los facultativos no le dan importancia a la cosa, pero el pecho de José Ignacio lo había atravesado el asta del infarto de miocardio.

José Ignacio Sánchez Mejías, el amigo entrañable, el rey del rumbo, de la simpatía y de la clase, moría en la Clínica Internacional. Eran las once de la noche en Lima, las cinco de la madrugada en España. Entre cinco y cinco. Entre esas cinco de la tarde lorquianas y éstas del dolor de la madrugada, han pasado muchos años, muchas cosas y entre una y otra, la figura plena de gallardía, de arrogancia, de sencillo señorío de éste José Ignacio Sánchez Mejías, de éste José Ignacio nuestro.

Ya apartado de los ruedos como artista activo, José Ignacio ha sido una de las más relevantes figuras de la tauromaquia. Su dinamismo, su personalidad arrolladora, su conocimiento de todo cuanto está relacionado con el mundo de los toros, acontecimientos sobre los que su palabra, ha sido muchas veces definitiva.

Por ello su muerte ha conmocionado al mundo taurino. Pleno de vida, pletórico de nervio, José Ignacio era como un hada madrina del toreo, que con su varita mágica, su simpatía y cordialidad, todo lo solucionaba.

Conocedor del toro como pocos, en la calle era un taurino extraordinario. Un hombre de gran valía y en lo particular, un auténtico caballero andaluz.

José Ignacio: los que te conocimos bien, los que sabemos de tu grandeza del alma, tus amigos entre los que me honro contarme, no te olvidamos y rezamos por ti.

Breve biografía:

Joselito Sánchez Mejías entre barreras, 
en una imagen de 1957, acompañando a Jaime Ostos

José Ignacio Sánchez Mejías nació en Sevilla en el año 1917 y era hijo de Ignacio Sánchez Mejías, famoso matador de toros muerto en la plaza de Manzanares y de Doña Dolores Gómez Ortega, hermana de Joselito y de Rafael el Gallo.

Fue torero como su padre y formó pareja con Juanito Belmonte Campoy, el hijo de Juan, destacando como novillero y después como matador de toros. El día 13 de abril de 1941 toma la alternativa en Sevilla de manos de Pepe Bienvenida y le doctoró en Madrid Marcial Lalanda el 22 de mayo del mismo año.

Era dueño de la finca Pino Montano, la propiedad que adquirió Joselito y que luego heredó su madre. Precisamente estaba ahora muy avanzado el proyecto para convertir dicha finca en un complejo turístico de 160.000 metros cuadrados, donde se construiría un gran hotel, jardines, piscina y zonas recreativas, pero conservando la finca su sabor campero andaluz y especialmente su pequeña plaza de toros en la que actuaron Joselito, Belmonte, Manolete y otras muchas figuras. En este complejo turístico se invertirían, incluida la subvención del Ministerio de Información y Turismo, 160 millones de pesetas. Era también muy aficionado al futbol, habiendo ocupado un puesto de directivo del Sevilla FC.

Descanse en Paz.
(Ráfaga que se funde con un solo de guitarra…)


Juanito Belmonte Campoy y José Ignacio Sánchez Mejias,
en su etapa de novilleros.
Foto: "Miscelanea Taurina" (Jose Luis de Córdoba)

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