ONCE OREJAS Y UN RABO EN LA SEGUNDA DE LA FERIA DE SAN
ANTOLIN
Comentario a la corrida
de toros celebrada esta tarde en Palencia, según la manera de ver de Curro
Fetén, servidor de ustedes. 4-9-66
La corrida de esta tarde quedará por mucho
tiempo en el recuerdo de los aficionados palentinos, que han tenido la suerte
de ser testigos del festejo de hoy. Once orejas y un rabo han sido el balance
de trofeos y de ello bien se puede suponer que el público lo ha pasado en
grande y se ha divertido. Y es que Diego Puerta, Manuel Cano El Pireo y José
Manuel Inchausti “Tinin” así como el caballero rejoneador don Álvaro Domecq,
han tenido una tarde plena de aciertos. La única nota desagradable del festejo
ha sido la lesión que ha sufrido el espada sevillano Diego Puerta, que recibió
un fuerte varetazo en la axila derecha.
Programa de mano de la Feria de San Antolín en Palencia 1966 |
Se han corrido toros de Pérez Angoso,
primero y segundo y otros cuatro del
hierro de Antonio Pérez, que han cumplido con los montados y dieron el juego
que quedará reflejado en este comentario.
Diego Puerta es un torero para el que no
hay plazas grandes ni pequeñas, públicos enterados ni heterodoxos. Él sale
siempre dispuesto a darlo todo. Dignidad y honradez profesional. Decimos esto
porque esta tarde, en el descuidado y viejo coso palentino, el diestro
sevillano ha vuelto a dar una lección de pundonor y honradez. Esta tarde en el
segundo de su lote, un toro que llegó a la muleta gazapeando, quedándose en
mitad de la suerte y tirando tornillazos, ha estado a punto de pagar tributo de
sangre. Por fortuna no ha sido así y Diego solo ha sufrido un fuerte varetazo
en la axila, que tras matar a su enemigo en condiciones de evidente
inferioridad, le ha impedido continuar la lidia. Pero hasta que esto ocurrió,
el diestro de San Bernardo ha tenido una brillantísima actuación en sus dos
enemigos. A su primero lo ha toreado superiormente a la verónica y al quitar
por iguales lances, ha escuchado una clamorosa ovación. Tardeando llegó a la
muleta el del hierro de Pérez Angoso, agotado y con media arrancada, pero
Puerta lo supo meter en su muleta y a fuerza de mando, le sacó una variada y
gravosa labor en la que puso en evidencia su sentido torero, su alegre estilo y
lo templado y mandón de su franela, al dibujar derechazos, naturales, de pecho
y otros de vistoso trazo entre el general contento del público. Mató de una
estocada entera y paseó por el ruedo las dos orejas de su enemigo en doble y
aclamada vuelta mientras los tendidos pedían el rabo para el matador.
El cuarto de salida, frena ante el capote,
echa las manos por delante y llega a la muleta gazapeando y tirando sus
puñaladitas. Diego no le da importancia y a fuerza de exponer y aguantar la
condición de su enemigo, le saca entre música y oles varias series de
derechazos hasta que el toro, en un derrote, le infiere el paletazo al que
hacemos referencia. Diego, aunque no puede con el brazo, sigue en la brecha y lo
despacha, tras unos muletazos muy airosos, de media estocada. Y a la enfermería
le llevaron el trofeo que le fue concedido con toda justicia. Otra lección más
de este profesional del pundonor y la dignidad, del arte y el valor.
Esta tarde Manolo Cano El Pireo ha estado
inspiradísimo. De su capote han brotado lances del más depurado estilo y con la
franela en su primero ha cuajado una extraordinaria labor muletera. Una faena
del arte personalísimo del torero de Córdoba. Esta tarde el torero de las
Margaritas ha toreado superiormente en naturales llenos de temple, armoniosos, rítmicos,
en los que ha llevado muy toreado a su enemigo. Faena cumbre llena de
inspiración. Y la derecha también ha dejado oír su voz en su lento ir y venir,
llevando cosido a la franela a su enemigo. Faena de cincuenta muletazos en los
que el torero se ha gustado a sí mismo. Mató de pinchazo, media y descabello y
se le otorgaron las dos orejas y el rabo, mostrado en aclamada vuelta al ruedo.
A este toro le cuajó dos extraordinarios pares de banderillas que se premiaron
con otras tantas ovaciones. Al quinto también le cortó las orejas tras torearle
muy bien con el capote y realizarle una faena muy templada y torera a la que
puso remate con un pinchazo y media estocada. El toro, blando de manos, rodó
por el suelo en dos ocasiones, pero él supo llegar con gran suavidad y le cuajó
la faena que nadie esperaba.
José Manuel Inchausti Tinin, está en la
línea de los toreros poderosos que llegan a mandar en la fiesta. Y además el
joven tiene arte. Arte en el embarcar y llevar toreadísimos a los dos mulos que
le han tocado en desgracia hasta hacer, que a fuerza de mando y temple
parecieran dos toros de lidia. Muchos problemas tenían que resolver sus dos
toros y él los ha resuelto con su excelente sentido y su extraordinaria
arquitectura torera. Mucho genio y aspereza tiene su primero, al que cambió con
un solo puyazo y nos hizo creer que no iba a poder después con él. Pero aquí
dio la primera prueba de su sentido de la medida. Genio y aspereza tenía el
toro y además no andaba muy sobrado de fuerza. Eso lo vio pronto el torero con
gran clarividencia y supuso muy bien que si le pegaban más al toro perdería
fuerza que no genio y se defendería más peligrosamente. Esa fue su primera
victoria. Después vino el torear con mando, arte y valor, ganándole con sentido
y cabeza. Embarcó a su enemigo en varias series de naturales de largo y
completo trazo y derechazos de magnífica ejecución. Mató de estocada y
descabello a la segunda y hubo doble premio de oreja y petición de rabo con la
consabida vuelta al ruedo al término de la cual, saco a saludar a sus
compañeros de terna. El sexto de lidia normal tiene poca fuerza, dobla manos y
rueda por el suelo al menor esfuerzo. A un toro así cuesta mucho trabajo
cortarle la oreja, pero Tinin lo ha logrado gracias a que ha sabido llevarle con
exquisito mimo, con temple insuperable en muletazos sobre ambas manos que se
han jaleado con fuerza y se han premiado con música. Mató de una gran estocada
y hubo oreja y triunfal salida de la plaza para el joven Tinin que había
cuajado otra excelente actuación.
Entre los toros tercero y cuarto actuó el
caballero rejoneador don Álvaro Domecq Romero, que con un toro del hierro de
Pérez Angoso, muy bravo, tuvo una brillantísima actuación. Haciendo gala de su
magnífica escuela de caballista y rejoneador, prendió con extraordinaria
destreza rejones y banderillas a una y dos manos y tras señalar un pinchazo
hondo con la espada desde el caballo, prendió dos rejones de muerte. Pie a
tierra, tras una breve y torera faena, pasaportó a su enemigo de una gran
estocada y se le otorgó el premio de una oreja por su brillantísima actuación.
Tras la aclamada vuelta, dio otra en unión de Puerta, El Pireo y Tinín con el
mayoral de la vacada. La plaza se llenó y el público salía de ella comentando
tan gran corrida.
Y antes de despedirnos por hoy, comentarles
una breve reseña del festejo llevado a cabo hoy en Barco de Ávila: Antonio de
Jesús, dos orejas y dos orejas y rabo; Paco Corpas, dos orejas y dos orejas y
rabo; Amado Ordóñez, oreja y vuelta.
Y nada más, hasta mañana a esta misma hora,
Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy buenas noches.
La Feria de San Antolín completa y el resto de Ferias de la Temporada taurina 1966 las tienes en:
http://www.segunlamaneradever.com/products/palencia-2-y-4-9-66/
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