Día 17 de marzo de 1966
6 Toros de Bohórquez
- Julio Aparicio
- Miguel Báez Litri
- Paco Camino.
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Día 18 de marzo de 1966
6 Toros de Cuadri
- Miguel Báez Litri
- Diego Puerta
- José Fuentes.
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Día 19 de marzo de 1966
6 Toros del Marqués de Domecq
- Antonio Ordóñez
- Paco Pallares
- El Inclusero.
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Día 20 de marzo de 1966
6 Toros del Álvaro Domecq
- Diego Puerta
- Paco Camino
- El Pireo.
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OREJA A MIGUEL BAEZ “LITRI” QUE SALE EN HOMBROS. UNA
GRAN FAENA DE PACO CAMINO.
Comentario a la
primera corrida de toros fallera, celebrada esta tarde en Valencia, según la
manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 17-3-66
Entre la fuerte
tempestad de la “mascletá”, olor a pólvora y a fiesta, Valencia viste sus
mejores galas. Torea El “Litri” con Julio Aparicio y Paco Camino y la plaza
registra un lleno impresionante. La corrida de Bohórquez, bonita de lámina y
muy pareja, ha tenido de todo, como en botica, si bien con los montados ha
cumplido generalmente bien. Para los de a pie han dado el juego que quedará
reflejado en este comentario.
Para el maestro de Pardiñas es lo peorcito del encierro
bohorqueño, dos toros que en nada ayudan al lucimiento. Su primero puntea de
salida, echa las manos por delante y se pone con peligro por el izquierdo.
Julio, que por algo es un maestro, se hace aplaudir en unas verónicas de saludo que remata con media
de fiesta mayor y la ovación es de gala. Sale suelto del caballo el
de Bohórquez que llega a la muleta sin lucimiento posible. No obstante, el
madrileño le realiza una muy entonada labor, con dobladas, derechazos y
abaniqueos finales a los que pone remate con un pinchazo, media y descabello.
No fue mejor el segundo de su lote. De salida saltó limpiamente al callejón.
Las verónicas con que recogió a su enemigo fueron muy jaleadas, pero el toro
tras tomar dos varas, dio en ponerse a la defensiva y no emplearse, con lo que
frustró todo intento de lucimiento del madrileño, que tuvo que recurrir a
la faena de aliño para quitarse de en medio a su deslucido oponente, de media
estocada, lo que tampoco gustó. El toro acusó como todo el encierro, mucho
genio.
Está el Litri como esos cohetes que ensordecen el ambiente. Se
dispara rápido y el estampido de los olés y de las ovaciones hace trepidar la
plaza. Es un caso de valor y entrega éste del torero de Huelva. Está incansable
y tremendo en su porfía angustiosa, en el dramático sentir de su toreo de capa
armonioso y rítmico que sorprende a todos. Las verónicas de recibo a su primero
son de auténtico alboroto por lo templadas. Y su faena, la traca final de su
personalidad indiscutible y de su gran valor. El toro, que al rematar a un
burladero se partió la punta del pitón derecho, acusa blandura de manos. El
torero está en esa línea de emoción autentica que le ha dado fama y renombre y
se juega la piel en una faena de corte netamente litrista en la que los oles se
sustituyen por los ay! y la ve el público con mal contenida emoción. Una faena
en la que El Litri lo da todo y por ello entusiasma muy justificadamente. Por
eso, aunque la espada sale indiscreta y descabella finalmente, se le otorga una
oreja con paseo triunfal. En el quinto, vuelve a torear muy bien con la capa y
de nuevo con la franela está enorme de aguante, valor y estoicismo ante un toro
de tarda arrancada y con genio. Hay un toreo al natural que sobresale por
encima de su fama y de su gloria. Las ovaciones hacen contrapunto a toda su
labor y el entusiasmo de Valencia por el torero es justificadísimo. Pero la
espada en dos pinchazos y estocada superior hace que la presidencia no atienda
la petición mayoritaria de trofeos lo que le vale una gran bronca al término de
las dos triunfales vueltas al ruedo que se vio obligado a dar Miguel. El
“litrazo” resonó fuerte en la primera de fallas.
Tampoco tiene
suerte Paco Camino que tropieza en primero lugar con un toro de genio áspero
que embiste con la cara alta y en un segundo también con genio y temperamento.
Pero como Paco es un genio indiscutible que torea con el capote de auténtico
primor, las verónicas de saludo a sus dos toros fueron un portento y el quite
por chicuelinas al quinto, una maravilla que puede y manda, domina y vence al
fuerte viento y al juego deslucido de su primero. Paco le saca unos muletazos
muy enjundiosos y cuando lo mata de pinchazo, estocada y descabello, suenan
unas leves protestas. En el sexto sacó a relucir su clase y el portento de su
cabeza privilegiada y así le vimos recrearse en un toreo a la verónica que fue
mimo y caricia moviendo el capote con ritmo y sabor en unas verónicas
antológicas. El toro, que salió barbeando tablas, nos hizo pensar que no había
nada que hacer. Pero el de Camas lo recogió en unos capotazos magistrales y con
la franela, un derroche de arte y sabiduría. La muleta tersa, planchada, segura
y firme, ha recorrido cauces de auténtica torería tras los que ha ido el genio
y la aspereza del toro. Hubo también recortes garbosos y pintureros, un toreo
al natural de eco y hondura y una diestra de gran calidad. Un pinchazo,
una corta y dos descabellos dejaron la faena sin oreja y Paco, enfadado con su
mala fortuna, se negó a dar la vuelta al ruedo. Una pena.
Y nada más,
hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy
buenas noches.
Miguel Báez "Litri" |
DOS OREJAS Y RABO PARA DIEGO PUERTA QUE SALE
TRIUNFALMENTE EN HOMBROS. DOS GRANDES FAENAS DE JOSE FUENTES. EL LITRI LUCHÓ
CON UN LOTE IMPOSIBLE
Comentario a la
segunda corrida de toros fallera, celebrada esta tarde en Valencia, según la
manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 18-3-66
Otro llenazo hasta la bandera. El cartel tenía alicientes más que
suficientes para ello: Una corrida de Cuadri bonita de lámina y muy pareja y
los nombres toreros de Miguel Báez “El Litri”, Diego Puerta y José Fuentes.
Esta vez ha sido el bravo torero de Huelva el que ha tenido que
apechugar con el lote más desagradable e incómodo de la corrida. Su primero
salió echando las manos por delante con la cara alta y un tanto resentido de
los cuartos traseros y esto sin duda hizo que en toda la pelea se quedase corto
y embistiese descompuestamente. Miguel le saludó con mucho valor en unas
verónicas en las que se apretó de veras y que hallaron cumplido eco en los
atiborrados graderíos. Tres varas tomó el de Cuadri que llegó a la muleta con
falta de castigo y apretando con peligro y aspereza. El Litri le realizó un
ajustado quite por chicuelinas y las palmas echaron humo. Su labor muletera ha
estado esmaltada de esa emoción trágica característica de su toreo que ha hecho
que la plaza se le entregase y sonase la música en su honor. Faena muy emotiva
por derechazos, naturales y de pecho que era merecedora de trofeos, pero el
fallo con la espada y el descabello final dejaron el premio en una gran ovación
con saludos desde el tercio. Tornaron a ovacionarle en el cuarto al torear con
el capote. El toro, corto de cuello, llegó a la muleta con la cara alta,
cruzándose y desparramando una barbaridad. El Litri que no es torero que corte
el cupón, expuso lo indecible sobre ambas manos en una faena muy meritoria.
Mató de tres pinchazos , media y descabello a la primera, pues el toro no le
dejaba pasar. Se enfadaron con él pese a que había estado valentísimo.
Diego Puerta ha sido el triunfador de la tarde. Su valor y su
casta torera son admirables. Al segundo de la tarde lo ha toreado muy bien con
el capote en verónicas de compás abierto que le valen una gran ovación. Tras
tomar dos varas, llegó el de Cuadri a la muleta con acusada aspereza y
poniéndose peligrosamente por el pitón izquierdo. Diego se arrimó como un león
y realizó una variada y valerosa labor en la que se empleó de firme entre el
general contento de la parroquia. Media estocada con refrendo de tres golpes de
cruceta hicieron que el premio quedase en una gran ovación con saludos. En el
quinto, el taco. Un lío de los gordos con capa, muleta y espada. Un toro
cuajado que tuvo al público en continuo clamor de ovaciones, pues desde los
lances de recibo hasta que murió el toro de certera estocada, todo tuvo garra,
emoción fuerza y vibración extraordinaria. Qué quite por chicuelinas. En verdad que no cabía un papel de fumar entre
toro y torero. Y con la franela, junto a las apreturas resplandeció el
duende y el bien hacer y concebir el toreo natural, con pases largos, pausados,
rítmicos, domeñando a fuerza de temple y de mando el genio de su enemigo, que
ponía esa pimienta del peligro a su maravillosa actuación. La plaza era un
manicomio y cuando mató a su enemigo de una estocada, poniendo el corazón en la
punta de la espada, la plaza blanca de pañuelos desde mediada la faena, pareció
romperse en mil pedazos en una ovación que fue la traca final que se encendió
en los tendidos. Dos orejas, rabo y dos triunfales vueltas al ruedo en tanto
que al toro se le premió con la vuelta que nadie pidió. Al final Diego fue
sacado a hombros por las calles valencianas, sonriente y feliz.
Torear con esa sublime facilidad con que lo hace José Fuentes es
muy difícil. Porque viendo torear a este espigado mozo, uno llega a pensar que
el toreo es fácil, que puede llegar a ejecutarlo cualquiera. El torero de
Linares tiene en su personalidad, en su manera de ejecutar el toreo esa difícil
facilidad de que hablan los cánones más añejos. La geometría perfecta ejecutada
en los ruedos y ante los toros, con capa y muleta. El toreo es una ciencia y él
es un científico del toreo. Esta tarde valenciana ha podido cortar las orejas a
sus dos toros porque ha toreado con recreo, con arte, con sentido estético. Sus
dos trasteos muleteriles, gemelos en méritos y virtudes, naturales pausados y
rítmicos, derechazos eternos y pases de pecho solemnes, han merecido los
honores de la música y el jalear de un público complacido con lo que llevaba a
cabo. Pero la espada en sus dos enemigos, dos pinchazos y estocada en su
primero y dos medias y tres descabellos en el que cierra plaza, dejaron los
honores en celebrada vuelta al ruedo y una clamorosa ovación al abandonar la
plaza al término del festejo.
Y nada más, hasta mañana a esta misma hora desde Valencia, Curro
Fetén, servidor, les desea muy buenas noches a todos.-
Diego Puerta paseando las dos orejas y el rabo por el coso de la calle Játiva |
TRIUNFAL ALTERNATIVA DE “EL INCLUSERO” QUE ES OREJEADO Y
SACADO EN HOMBROS. GRAVE COGIDA DE ANTONIO GALISTEO
Comentario a la
tercera corrida de toros fallera, celebrada esta tarde en Valencia, según la
manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 19-3-66
Ser rey obliga a mucho. Y esta tarde mayor valenciana, Antonio I
de Ronda ha tenido que pelear, que luchar, contra la molesta condición de su
primero, un toro gazapón y andarín y contra la mansedumbre del cuarto. Y pese a
la oposición que le ofreció su primero, de su capote, manto real del toreo,
brotaron cinco verónicas y media en las que no cabía mayor perfección. Pero el
toro, tras tomar dos varas, dio en no parar, en gazapear con peligro. A la
salida de un par, hirió de gravedad al banderillero Antonio Galisteo, que sufre
una cornada en el recto. Después, pese a que le metió la muleta en unos
doblones superiores y en unos derechazos muy logrados, la creciente querencia
de la res al gazapeo impidió mayor lucimiento. Se imponía cortar por lo sano y
el rondeño pasaportó a su enemigo tras breve trasteo de pinchazo, media y
estocada, lo que desencantó un tanto a la concurrencia que llenaba la plaza.
La afición quería ver a Ordoñez y lo vio no bien hubo saltado a la plaza
el cuarto de la tarde, un toro abanto y mansurrón que salió suelto del caballo,
deleitándonos con un toreo de capa portentoso. Los lances brotaban con tal
naturalidad y temple que la plaza fue un clamor de ovaciones. El Rondeño
recogió y metió embebido en la magia de su capote la mansa y abanta condición
de su enemigo que así dominado, siguió el manto púrpura que se le
ofrecía. En la plaza se sentía ese
runrún que precede a los grandes momentos de la fiesta. Antonio
se encaminó con pausado andar hacia un burladero en el que se encontraba José
María Jardón, le brindó el toro e hizo de ello también partícipe al público. Y
surgió la faena. Cuatro muletazos por alto, reclinado el torero con indolente
porte en las tablas. Cuatro muletazos que hubieran servido para plasmar otros
tantos carteles de toros. Toreo único, eterno. Y después, dos trincherazos y
otros tantos pases de la firma en los que no cabe mayor plasticidad, mayor
armonía estética, mayor sentido torero. El coso de la calle Játiva parecía arder y toda la faena tuvo eco, son y
sentimiento de martinentes, compás de honda seguiriya, armonía, temple… ese
sentir el toreo y transmitirlo. Y el toreo cobró grandeza en los
naturales, en los redondos, en los forzados de pecho y hasta en los adornos
garbosos y pintureros que fueron la sal y la pimienta de una faena que quedará
sobre el tiempo y sobre la fama en la plaza de Valencia. Pero está visto que
cuando Antonio cuaja un toro en Valencia, la faena tiene que quedar incompleta
por los mengues adversos que hacen que no tenga tino con el acero. Y un
pinchazo, una gran estocada y tres golpes de cruceta dejan el premio en
una celebrada vuelta al ruedo.
Y en la gran tarde valenciana, Antonio Ordóñez arma caballero a
un joven paladín de la novillería. A un novillero que ha hecho sus armas
primeras con merecimientos más que suficientes para llegar al doctorado con
todos los honores que supone hacerlo en las corridas falleras. Es Gregorio
Tébar “El Inclusero” el muchacho que de blanco y oro se apresta a dar el salto
grande al escalafón superior. Y está el muchacho con mucho temple, con mucha
fuerza en su ilusionado día y sin soberbia pero con firmeza, reclama un puesto
entre las figuras de la fiesta. Un matador de toros de nuevo cuño al que habrá
que ir incluyendo entre los mejores, pues el muchacho hace gala de un arte y un
bien hacer y concebir el toreo que asombra y entusiasma. Y en sus dos toros
torea a la verónica con temple y excelente son y hasta borda en su primero tres
chicuelinas que por sí solas le confieren categoría de artífice del capote. Y
con la muleta está con el del doctorado soberbio de fuerza y sentido torero.
Toreo de quietud suprema con las zapatillas atornilladas en la arena. Toreo de
corazón parado, apreturas sumas y corres la mano lenta y seguramente, con
temple, mando y dominio impropio de un novel. Y su labor cala hondamente
en los tendidos. Un torero que quiere situarse y que estamos seguros que tiene
gran porvenir. Mata de estocada y descabello al primer golpe y se le otorga la
oreja con dos triunfales vueltas al ruedo. En el que cierra plaza vuelve a ser
aclamado con el capote y su labor muletera sigue la misma línea de calidad que
en la de su doctorado. Toreo amplio y grande que hace que la música suene en su
honor. Pero la espada en tres pinchazos y estocada le priva de nuevos trofeos.
Es igual, le pasean en hombros por el ruedo y así se lo llevan por las calles
de Valencia.
El testigo de esta alternativa es Paco Pallares. No tiene suerte
con su lote el fino torero salmantino. Dos toros sin fuerza que se quedan
cortos, que doblan de manos casi continuamente, con el deslucido juego que esto
produce. Pero Paco es torero de recursos. Torero fino donde los haya que sabe
dar a cada toro su lidia. Y se le ve su clase y suaves maneras en un torear con
la capichuela muy vistoso y en dos faenas en las que pone mimo y cuidado, garbo
y gracia. Tanto que hasta le tocan la música y le ovacionan con fuerza a la
muerte de sus dos toros, lo que hace con prontitud. Su clase quedó patente,
pero cuando los toros se caen, cuando no tienen arrancada que produzcan esa
sensación de peligro, es muy difícil redondear. Su papel no obstante, quedó a
salvo.
La corrida del Marqués de Domecq, bien presentada, dio el juego
que queda reflejado. Y cerramos esta crónica con la información de otra corrida
celebrada hoy. En Málaga ha tomado la alternativa de manos de Paco Camino “El
Monaguillo”, que ha estado muy bien y de tener suerte con el acero hubiera
cortado más trofeos de los que ha cortado que han quedado en una oreja. Camino
y Vázquez también han tenido una tarde triunfal.
Y nada más, hasta mañana a esta misma hora en que les
informaremos de lo acontecido en la última corrida de fallas, Curro Fetén,
servidor, les desea muy buenas noches a todos.-
Gregorio Tébar "El Inclusero" |
SE CIERRA EL CICLO DE FESTEJOS FALLEROS CON UN NUEVO
TRIUNFO DE DIEGO PUERTA. PACO CAMINO REALIZA UNA ENORME FAENA MALOGRADA POR LA
ESPADA. OTRO ENTRADON.
Comentario a la cuarta corrida fallera celebrada esta tarde en
Valencia, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.-
20-3-66
Cierra Diego Puerta sus actuaciones en las corridas falleras con
otro triunfo de clamor. Este torero es un caso de afición, casta y denuedo. No
se cansa de arrimarse en todos los toros y en tarde tan desapacible como la de
hoy - frio y viento huracanado- no ha dejado de dar la cara un solo instante.
En los albores de la temporada, cuando aún los toreros acusan resabios del
descanso invernal, Diego está como en el mes de Julio. Pletórico de sitio,
valor y arte. Y esto es más de admirar, porque el jerezano no ha estado por
tierras americanas en continuo trajín y porque el diestro de San Bernardo se
olvida de fama y corridas contratadas y sale dispuesto a jugarse el pellejo,
como lo demostró al saludar al que abrió plaza con una emotiva larga de
rodillas que puso al público en pie por su sentimiento y perfecta ejecución.
Pero el alboroto subió de tono cuando, ya de pie, instrumentó a su enemigo
siete verónicas magníficas rematadas con media superior y una artística revolera.
La plaza era un clamor y Diego, llevado de su inspiración creadora, colocó al
toro en suerte con unas artísticas chicuelinas galleadas, que le valieron otra
ovación calurosa. Fue una pena que el toro llegase a la muleta embistiendo con
la cara alta, colándose por ambos pitones y con acusado genio. Puerta peleó, se
entregó en una valerosa faena en la que se jugaba la cornada en cada muletazo,
pues además de la peligrosidad de su enemigo, tenía que luchar contra el fuerte
viento que sopló durante toda la tarde. El aficionado vio su esfuerzo y cuando
pasaportó al regalito de media y oportuno descabello, escuchó una gran ovación
con saludos. En el cuarto, aquello fue el acabose. El toro espabilado y listillo, tenía aspereza y genio como para asustar
al más pintado. Pero Diego no es el más pintado y su enemigo no lo pudo asustar.
Y vino el torear apretadamente con el capote en verónicas jaleadas y el
realizar una faena en lucha constante contra el viento y la aspereza de su
enemigo, Una faena en la que cada muletazo era un ay! y cada suerte un ole!. La
música no se escuchaba con el griterío angustioso del público y Puerta dio otra
lección de hombría, pundonor y arte al torear sobre ambas manos de forma
admirable. Media estocada y certero descabello dejaron al de don Álvaro para el
arrastre y Diego Puerta, el Napoleón torero de san Bernardo, dio celebrada
vuelta al ruedo mostrando la oreja tan bravamente conquistada.
Paco Camino ha tenido mala suerte. En primer lugar porque su
primer enemigo era un inválido que apenas se mantenía en pie desde que salió.
Ya se pueden hacer una idea de la que se formó en la plaza. Bronca a la
presidencia por no mandar retirar a la res y enfado general. El camero hizo lo
único que cabía hacer con tal toro, estar breve y pasaportarlo con prontitud.
Pero Camino –otro que parece llevar ya cincuenta corridas en el cuerpo- está
con ganas, con deseos de dejar bien claro quién es quién en el toreo y en el
quinto de la jornada estuvo real y francamente inconmensurable. Sus verónicas de
saludo fueron un portento. Llevó a la res al caballo con suprema maestría y
hasta en lucha contra el viento le hizo al Domecq su quite de oro. Ese quite de
oro por chicuelinas que nadie ejecuta como él. La plaza trepidó en ovaciones y
la faena fue de pura filigrana. Una técnica insuperable, una de esas faenas en
las que Paco Camino parece torear para su propio deleite, para su recreo
exclusivo. Y así fueron surgiendo, brotando como por generación espontánea
derechazos y más derechazos en los que ponía extraordinario temple, exquisito
mando, arte como para llenar el toreo . Y la mano izquierda en postulados del
mejor toreo al natural, los pases de pecho, los adornos, todo tuvo categoría y
grandeza. Pero la espada en un pinchazo, estocada y dos golpes de cruceta dejó
el premio en una gran ovación, negándose el artista a dar la vuelta al ruedo.
El Pireo reaparecía en este festejo fallero tras su triunfal
campaña por tierras americanas. Vuelve pletórico de valor, dispuesto, con sitio
como lo demostró a lo largo de la lidia de su primer enemigo, al que toreó
superiormente a la verónica en unos lances de saludo que fueron coreados por la
multitud. Mucho genio tenía su primero, pero el de Córdoba le echó casta y
valor y se la jugó en una faena en la que no dio punto de reposo a la emoción
del público, pasándose muy cerca a su enemigo en derechazos, naturales y de
pecho y en otros por alto muy vistosos y toreros. Era faena de oreja pero dos
pinchazos antes de cobrar la estocada, dejaron el premio en una gran ovación
con saludos. En el sexto, en medio de un viento huracanado y en lucha contra el
genio de su enemigo, que se quedaba muy corto y embestía con la cara alta,
estuvo breve con la franela pero sin suerte con el acero, por lo que tras matar
de cuatro entradas y dos descabellos, se enfadaron con él. No había nada que
hacer.
La corrida de don Álvaro que acusó aspereza y genio en demasía,
cumplieron con los montados, salvo el quinto que fue manso y no dieron
facilidades a los de a pie. Puede ser que en otras condiciones, sin tanto
viento, hubieran lucido algo más.
Y nada más, con esto cerramos los comentarios a esta feria
fallera valenciana en la que se han visto cosas de mucha calidad. Hasta mañana
a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy buenas noches.-
"El Pireo" |
(Crónica de las corridas falleras de la temporada 1966 en: http://www.segunlamaneradever.com/products/valencia-feria-de-fallas-17-a-20-3-66/ )
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